Navarra se estructura a partir de ciertos núcleos de población que ejercen como cabeceras de comarca, dando lugar a cierto policentrismo. Pamplona y la cuenca tienden a concentrar el mayor peso demográfico de Navarra, ya que representan más del 50% de toda la población de la Comunidad Foral. Junto a la capital, existen otros núcleos, vinculados mayoritariamente a ejes de comunicación estratégicos, que mantienen su desarrollo. En cierta medida, quienes no están en estos ejes son las zonas con más debilidades territoriales.
Dentro de Navarra, Tierra Estella es una de las zonas prioritarias de actuación para el Gobierno de Navarra por su grado de despoblación, su menor densidad y el elevado índice de envejecimiento. La Unión Europea sitúa el riesgo de despoblamiento en una densidad de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado. Si se descuenta la población de Estella-Lizarra, la densidad se sitúa en 16,1 habitantes/km2.
Además, la comarca Ega-Montejurra -como se ha definido a Tierra Estella sin los pueblos de la ribera estellesa, que son los más grandes-, es una de las más envejecidas de la Comunidad Foral, junto con el Pirineo y la Merindad de Sangüesa, según advierte el estudio sobre desigualdades territoriales. El 25% de la población de la comarca tiene más de 65 años.
Ocho alcaldes de Tierra Estella –los de los valles de Améscoa Baja, Yerri, Guesálaz, Metauten, Lana, Distrito de Mendaza, Marañón y Allo- valoran la situación de sus pueblos y afrontan el importante reto que precisa de la implicación de todas las administraciones.
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