A lomos de sus caballos, con sus ropas brillantes, sus largas barbas y sus coronas, los Reyes eclipsaron en la que fue su tarde durante el recorrido que partía a las 19 horas desde la calle Donantes de Sangre. Una pequeña variación marcaba la novedad esta año, puesto que sus Majestades desfilaron arropados por su nutrida comitiva por el Puente de la Vía, para atravesar la calle San Francisco Javier, la plaza de la Coronación y las calles San Andrés y Baja Navarra antes de hacer su aparición estelar en la plaza de los Fueros, epicentro de su visita.
En torno a 700 personas, entre las que destacaron los cerca de 350 escolares y acompañantes, además de los grupos culturales musicales y de danzas, y otros participantes como los bomberos, formaron el séquito que en su discurrir no dejó indiferente al público.
Este año, la temática elegida por los centros escolares para su desfile fue el mar, y los alumnos de Infantil de Santa Ana, Remontival, Mater Dei y los de la Escuela Infantil Arieta (en el tren de los comerciantes) escogieron las recreaciones de peces de mar, pescanovas, neptunos y medusas para el desfile en sus carrozas.
Primero Melchor, luego Gaspar y después Baltasar, como marca la tradición, dejaron sus caballos en la plaza y, escoltados por los danzaris y sus boleas, subieron al quiosco para adorar al Niño y saludar al público. En todo momento, sus Majestades de Oriente estuvieron acompañados por sus pajes y por sus asistentes que, este año, fueron Miguel Ángel Díaz de Cerio, Iñaki Jordana Pérez y Iosu Zudaire Lacalle. Vivieron junto a los Reyes una experiencia maravillosa difícil de olvidar.
Saludo en el ayuntamiento
La cabalgata continuó ante los ojos del público congregado en las calles por la Calderería, la plaza de Santiago, Recoletas, la avenida de Yerri y el paseo de la Inmaculada. Terminó en el ayuntamiento, donde los niños pudieron acercarse a los Reyes que los recibieron en sus tronos.
Caramelos hubo para todos. Se repartieron 1.100 kilos y los balones tampoco faltaron en el reparto realizado en el colegio Santa Ana para que ningún niño se quedara sin el suyo.
La visita mágica de los Reyes Magos tuvo su prolongación durante la noche. Melchor, Gaspar y Baltasar fueron capaces de llegar sigilosos a todos los hogares para dejar a los niños sus regalos.
60 años, 60 cabalgatas
Con su fundación hace 60 años, la sociedad cultural, gastronómica y recreativa Peñaguda organizó por primera vez la cabalgata de Reyes. Todos los años desde entonces, sin excepción, el colectivo ha preparado con esmero y cariño uno de los acontecimientos del año en la ciudad y, por descontado, la actividad de mayor calado y trabajo para el colectivo.
El recibimiento de Melchor, Gaspar y Baltasar supone una inversión de 7.000 euros, de acuerdo al presupuesto anual que concede el Ayuntamiento de Estella-Lizarra. Además, la Peñaguda vende boletos para un sorteo, con la colaboración de los comerciantes, para incrementar el presupuesto y organizar también la visita del pregonero, que avisa de la pronta llegada de los Reyes Magos y que cada año reúne a más público.
Al margen del presupuesto, la cabalgata de Estella no sería posible sin la colaboración altruista de los socios de la Peñaguda, especialmente de su junta, que se renueva anualmente, y sin la de los colectivos culturales, colegios y demás entidades que participan en la tarde-noche del 5 de enero.