
¿Qué momento vive el valle en cuanto a población?
El valle sufrió en los sesenta su mayor pérdida de población, de 687 se pasó a 490 en 1970. Ahora estamos en 289 -126 mujeres y 163 hombres-, una cifra que se ha mantenido más o menos estable en los últimos años. Así que ahí vamos. La despoblación es un tema que ocupa. El Ayuntamiento junto con los y las habitantes trabajamos para mantener la vida en los pueblos, que tengan servicios de calidad y que quien quiera se quede y quien lo desee tenga la opción de venir a vivir.
¿La gente quiere vivir en los pueblos?
Creo que los pueblos son una opción de vida muy interesante y como tal hay que ponerla en valor. Es una opción de vida que comparte mucha gente, incluso los y las jóvenes se decantan por ella. Ahora hay un querer vivir en los pueblos y está en la mano de las personas que estamos en las administraciones facilitarlo. Creo que no se pueden quedar para el turismo ni ser meros dormitorios, sino que hay que buscar el equilibrio entre lo tradicional y lo nuevo y que el turismo sea sostenible, es decir, un turismo respetuoso con el ecosistema, con mínimo impacto sobre el medioambiente y la cultura local al mismo tiempo que permita generación de empleo e ingresos de la población autóctona.
¿Cuáles son los impedimentos?
Por un lado la falta de movilidad. Si no hay transporte se hace muy complicado para las familias, sobre todo para las que tienen hijos y para las personas mayores. Por otro lado, está la falta de conectividad. Es necesario implementar el trabajo desde casa y que se puedan crear nuevas actividades económicas en el mismo pueblo.
Las dificultades para acceder a una vivienda también son un hándicap. Además cada vez menos gente se dedica a la agricultura y ganadería por las dificultades que tienen. Eso sí, tenemos la ventaja de estar a diez minutos de Estella, tener buena carretera y conexión a la autovía lo que a mucha gente le permite trabajar fuera y vivir en el pueblo.
¿Qué se puede hacer para frenar y para revertir la despoblación?
Tiene que haber un cambio en las políticas en general. Hay que impulsar la vida y los servicios de calidad en las zonas rurales. No hay que mirar sólo a las grandes ciudades y su área de influencia. Hay que apostar por la descentralización para que se pueda vivir en los pueblos. En los últimos años desde Europa y el Gobierno de Navarra parece que se quiere ir en esa línea. En definitiva, facilitar y poner en valor lo rural.
¿Qué medidas está tomando el Ayuntamiento?
No depende sólo de lo que vayamos hacer los ayuntamientos. Todas las administraciones han de tomar conciencia de apostar por lo local. En nuestro caso, Metauten está trabajando junto con otros ayuntamientos, es el caso de Murieta y Ancín, el tema de la movilidad para pedir al Gobierno de Navarra una solución.
Por ahora ponemos taxi a Estella todos los jueves y queremos hacer una consulta para saber cuáles son las necesidades de los y las vecinas. También hemos acondicionado caminos para facilitar la movilidad en bicicleta porque creemos que la bici o la bici eléctrica pueden ser una oportunidad tanto turística como a nivel local.
Estamos con el tema de la fibra óptica, buscando la mejor manera para que llegue. Es fundamental para impulsar el emprendimiento en los pueblos. También se está trabajando en consolidar el Museo de la Trufa como atractivo turístico y como servicio a los y las habitantes del valle. En cuanto al tema de la vivienda, valoramos cómo poderla facilitar.