
“Este año queríamos sacar una coreografía nueva, que es la idea inicial de la Comparsa. Todos nuestros bailes son propios, creados para la comparsa, y es algo que nos distingue. Hasta el momento no había ningún baile de este tipo y en el que se forme un rombo”, explica el miembro del colectivo Saúl Barbarin Gastón. Él es el creador de una coreografía que, tras una idea inicial, se fue puliendo y adaptando para su fácil ejecución.
En el aspecto formal el valls ‘Belmecher’ se divide en cinco partes y tiene una duración de minuto y medio. Las dos primeras secciones del baile muestran la ruptura de línea de los gigantes para formar el rombo. En una tercera forma, las figuras bailan en esta posición, para dar paso a la cuarta y quinta parte, que consiste en descomponer de la figura geométrica para volver a la posición original.
Todos los bailes de la comparsa fueron creados en un momento dado por sus integrantes. De esta manera, ‘Belmecher’ engrosa una lista nutrida por ‘El Huevo o Karranklas’, ‘El pajarico’, ‘El Maya’, ‘Nagusia’, ‘Alkaburua’, ‘El Tercero’, la jota ‘Bailan los gigantes’ y ‘El Puru’, a las que se suma la Jota Vieja, el Baile de la Era, las kalejiras y la Marcha de San Andrés, esta última reservada exclusivamente para la Procesión el domingo. “La creación y ejecución de estos bailes sirven de agradecimiento de la comparsa a la ciudad”, añade el gigantero Saúl Barbarin.