
El taller se sitúa en un espacio cedido por el Ayuntamiento de Yerri a la Mancomunidad, en la antigua bodega San Isidro de Arizala. El consistorio está recuperando el edificio para albergar distintas iniciativas de dinamización social y económica. El nuevo presidente de la Mancomunidad Andia, Alberto Pagola, señalaba que la iniciativa se irá valorando y adaptando conforme a las necesidades que vayan surgiendo.
En estos primeros compases son tres los proyectos que comparten el taller; Iñaki Arguiñarena vecino de Irujo (Valle de Guesálaz), dedicado a la fabricación artesanal y reparación de instrumentos de cuerda (violines, violas y violoncellos) bajo el nombre Argiñarena Dellepiane Luthier; Sandra Izcue, de Ibiricu (Valle de Yerri), que emprende su proyecto La Cestera del Valle de Yerri, para la elaboración de cestas artesanales con materiales naturales y diferentes técnicas; y Goizargi Marcilla y Javier Osés, de Esténoz (Valle de Guesálaz), que están dando forma a su iniciativa ‘Zu eta biok’, una compañía de artes escénicas que aborda todo el proceso desde la elaboración de los materiales, como títeres, hasta los guiones.
Mancomunidad Andia, territorio de emprendimiento
La Mancomunidad Andia centra esfuerzos en el fomento de un ecosistema de colaboración, innovación y emprendimiento en el territorio, mediante el apoyo de nuevas iniciativas de pequeñas empresas y personas autónomas. Los principales referentes, además del nuevo espacio ArteLan, son AndiaLan, espacio de trabajo colaborativo en la antigua Escuela de Abárzuza, y el Espacio Test Agrario Zunbeltz, dedicado al trabajo y el aprendizaje compartido para personas emprendedoras que se quieran instalar en el sector de la ganadería ecológica.
Estas iniciativas forman parte del programa de actuaciones contra la despoblación de la Mancomunidad Andia, formada por los Ayuntamientos de Abárzuza, Lezaun, Salinas de Oro y los Valles de Yerri y Guesálaz.