Murieta señaliza su Ruta de los Oficios

Murieta señaliza su Ruta de los Oficios

Se trata de una invitación a conocer las tradiciones, los recursos productivos del pasado y el paisaje del término municipal en un paseo de hasta 9,1 kilómetros, a pie o en bicicleta

Desde hace unos días, vecinos y visitantes tienen a su disposición un nuevo recurso natural, cultural y turístico en Tierra Estella: la Ruta de los Oficios de Murieta. Se trata de un recorrido de 9,1 kilómetros, con una versión más corta, de 5,8 kilómetros, que permite conocer algunos de los recursos y actividades tradicionales que el pueblo practicó hasta, aproximadamente, la década de los sesenta. El circuito, a pie o en bicicleta, discurre por una parte del término municipal y permite conocer los vestigios de la calera, la cantera, una carbonera y otros lugares como la balsa roya y su mirador.

El circuito discurre por caminos ya existentes, como por ejemplo la vía verde del ferrocarril vasco-navarro, y otros que se han trazado nuevos en una actuación que ha tenido un presupuesto de 53.000 euros, 33.000 de los cuales proceden de una subvención gestionada por la Asociación Teder. Con esta cantidad, además de limpiar y abrir nuevos senderos, se han consolidados los restos de construcciones antiguas que se conservan en el pueblo y se ha señalizado la ruta con balizas y con paneles informativos junto a los diferentes hitos y en el punto de partida, el ayuntamiento de Murieta.

El alcalde del municipio, Felipe Ajona, explica que el propósito del consistorio con la inversión y la obra realizadas es promocionar la práctica del ocio y del deporte en la localidad, con su consiguiente repercusión en el turismo y la economía del pueblo. “Es una manera de promocionar Murieta a través de la actividad física en la naturaleza, que está tan en auge. Queremos que la gente descubra los antiguos oficios que hubo en el pueblo y que, en gran medida, eran actividades complementarias para la economía familiar. De todos ellos, Murieta destacaba por la producción de cal; por eso a la gente del pueblo se les decía los caleros”, explica.

El recurso turístico, además de ayudar al sector servicios del pueblo, contribuye a recuperar o mantener viva la memoria. Gracias a la ruta se redescubren hitos como la calera de San Juan Esteban, una de las primeras de la zona con horno industrial; la balsa de Murieta; la Cantera de Tirillas, de donde se extrajo el material necesario para la construcción de la plataforma sobre la que se montaron los carriles del ferrocarril vasco-navarro; el corral de San Asensio, uno de los más emblemáticos destinados al refugio de los animales y del pastor; la antigua cabaña de los pastores; la carbonera, para la elaboración de carbón vegetal, y la balsa de Roya, construcción para que bebieran los animales del bosque.

“Estamos muy contentos con el resultado. Es una oportunidad para la gente del pueblo y para todas las personas que quieran venir. Representa una muy buena opción para realizar una actividad de mañana. Así que animamos a la gente a que se acerque y disfrute de los paisajes de la zona”, añade Ajona.

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