Miguel Ros, alcalde de la localidad, se refirió al momento como “emocionante y alegre, y muy emotivo”. A la pregunta sobre cómo se decidió que fuera la txaranga la que presidiera el balcón consistorial, Ros explicaba que fue una decisión unánime, que se tomó en el pleno “pensando en que la txaranga lo merecía porque da mucha alegría al pueblo”. El primer edil aseguró, además, que no hubo ninguna duda; este año los protagonistas habían sido ellos y los coheteros estaban muy claros.
Mª Carmen Ízcue aseguraba momentos antes de subir al balcón del ayuntamiento que nunca se había planteado estar en esa situación, pero que al mismo tiempo le hacía mucha ilusión. “Es un reconocimiento a nivel de la txaranga que emociona”, afirmaba.
Del momento del aperitivo, posterior al lanzamiento, declaraba: “es un momento para disfrutar nosotros sin estar pendientes de la responsabilidad que conlleva estar abajo, nos divertiremos un poco y seguiremos con lo nuestro”. Contra todo pronóstico, después del lanzamiento admitía haber pasado momentos de nervios, algo que no esperaba.
A diferencia de Ízcue, su compañera, Andrea Barrenechea, se ofreció voluntaria para representar al grupo. “Me enteré hace una semana, y como dijeron que se iba a elegir mediante sorteo, me ofrecí voluntaria”, explicaba.
Con los nervios previos y la alegría del momento, ambas subían al balcón, donde intercalaron unas palabras de agradecimiento en castellano y euskera y donde alabaron a los santos del pueblo.
A las 12 del mediodía, mientras la gran mayoría del pueblo se encontraba a la espera del lanzamiento del cohete, algunos aguantaban en el frontón preparando los calderetes que se presentarían al concurso y con los que, este año, se dio de comer a más de 300 personas frente a las 240 del año anterior. Según Javier Sainz, ganador del concurso durante dos años consecutivos, alimentarían a los comensales con 14 calderetes preparados por las cuadrillas, tanto de jóvenes como de mayores.
Entre los participantes se encontraban cocineros noveles. Era el caso de Lucas Mújica y Aitor Ízcue, que no se lo pensaron cuando les propusieron participar. “Nos dijeron que faltaban calderetes y nos apuntamos”, explicaban. Con 23 amigos más en la cuadrilla, fueron los únicos en dar el paso. Ataviados con gorros altos y delantales blancos, aseguraron que se presentarían en los años posteriores y que confiaban en “la suerte del primer año”.
El programa de las fiestas apenas varió frente a años anteriores al igual que el presupuesto, que se mantuvo en los 20.000 euros aproximadamente. Como única novedad a lo largo de los días festivos en Abárzuza, destacó la actuación del actor y humorista Gorka Aguinagalde, el día 15 de agosto.
Título
Bienvenida a los nuevos ‘dobleros’
En la imagen posan con sus pañuelicos rojos los niños y niñas nacidos en el último año: Anne Astarriaga Duval, Edurne Arriaga Argandoña, Maddi Moreno Ros y Noa Andoño Echauri.
Música y teatro para celebrar las bodas de plata’
La charanga Anberria de Abárzuza se creaba en 1990 como una asociación cultural con mucho para aportar. Unos días antes del inicio de sus fiestas de agosto, el colectivo, formado actualmente por quince integrantes, con edades comprendidas entre los 13 y los 60 años, celebraba el 25 aniversario; y lo hacía por todo lo alto.
El 8 de agosto el colectivo representaba con éxito una obra de teatro con la música como hilo conductor, para la celebración del primer cuarto de siglo de vida. La historia, trazada con las ideas de los propios integrantes de la agrupación, tenía cuatro personajes principales: una abuela, un abuelo y dos nietas que introdujeron recuerdos de tiempos pasados y revivieron tradiciones de la localidad.
Pedro Echávarri, director del grupo de teatro Kilkarrak, de Estella, guiaba un espectáculo en el que participaron en torno a cien personas de diversos colectivos: el coro y los auroros de Abárzuza, el grupo de danzas, el grupo que baila los gigantes, gaiteros y vecinos del pueblo de variadas edades. La interpretación se convirtió en una fiesta, anticipo de las patronales, que comenzaron el jueves 13 y concluyeron el lunes 17.
ENCUESTA FOTOGRÁFICA’
¿Qué es lo que más te gusta de las fiestas?
Helena Ros Pérez
10 años. Primaria
“La música es lo que más me gusta porque me gusta bailar y siempre vengo el fin de semana de fiestas y la música anima las calles”.
Nerea Eraso Ochoa de Zabalegui
9 años. Primaria
“Lo mejor de todo es el txabisque porque es súper divertido. Todas las amigas cenamos allí, jugamos mucho, hablamos, escuchamos música…”.
Leire Argoitia Arana
9 años. Primaria
“El torico de fuego, porque corre todo el mundo y a mí me gusta correrlo también. Lo corro siempre. Vivo en Eibar, pero siempre vengo a las fiestas”.
Irati Arizaga Guerra
10 años. Primaria
“No tengo algo preferido, es que de las fiestas me gusta todo, pero de lo que más tengo ganas ahora es de la bajadica porque me lo paso muy bien”.
Anne Arizaga Guerra
10 años. Primaria
“La bajadica es lo que más me gusta de todo porque siempre lo pasamos muy bien todos y nos reímos mucho”.
Patricia Anocíbar Viana
10 años. Primaria
“Estar con mis amigas es lo que más me gusta de las fiestas porque nos divertimos mucho y salimos a jugar. Solo cambiaría que las fiestas duraran más días”.
Dumaha Jesús Brahi
12 años. ESO
“El txupinazo es lo mejor de todo porque es cuando empiezan las fiestas que todos esperamos con muchas ganas”.
Ainhoa San Martín Díaz
11 años. Primaria
“Pues todo, porque bueno, es como si las fiestas dieran a conocer al pueblo, viene más gente y es muy divertido”.
Lucas Ganuza Ibáñez
8 años. Primaria
“El torico de fuego, porque me gusta correrlo, aunque las vacas de los encierros me dan miedo”.
Daniel Ganuza Irisarri
9 años. Primaria
“Me encanta el tirapichón porque se pueden conseguir muchas cosas. Yo soy regular pero mi padre es súper bueno y consigue muchos juguetes”.
Aarón Leoné Irisarri
10 años. Primaria
“Lo que más me gusta es estar con los amigos porque es como si las fiestas fueran una excusa para que nuestros padres nos dejen quedarnos hasta más tarde”.
Unai Montoya Montave
10 años. Primaria
“Lo que más me gusta es la txaranga porque me encanta la música. Yo tocaba la batería y algún día me gustaría apuntarme”.