
Según explicaba la técnica de la Mancomunidad de Andía, Elena Cereceda, “el espigamiento o respigamiento es una técnica tradicional que consiste en recoger a mano lo que quedaba en el campo después de la cosecha. Lo que se pretende es hacer un estudio en la zona para comprobar qué cantidad de alimentos se pierde realmente en el sector hortofrutícola y distribuirlos entre entidades sociales”. Para ello, se impulsará la creación de una red de entidades para la recuperación de alimentos, que pondrá en contacto a entidades donantes con las entidades sociales receptoras. Además, se formará a agentes sociales, a través de los espigamientos en las producciones y fincas adheridas a la iniciativa y de otras acciones educativas. Por último, se prevé la promoción de una empresa de economía social para alargar la vida útil de los alimentos, que permita, a medio plazo, hacer sostenible el modelo. “Al fin y al cabo, el espigamiento fomenta espacios de encuentro entre personas de diferentes ciudades, pueblos, intereses, que tienen ganas de transformar la sociedad en este ámbito, por lo que también es un proyecto de encuentro y sensibilización”, remarcaba Cereceda.
En definitiva, el proyecto propone nuevos modelos de sensibilización social que fomentan la corresponsabilidad, convirtiendo a las personas participantes en agentes de transformación social. Además, apoyará a personas en situación de dificultad y fomentará la colaboración, articulando una red de entidades con un objetivo común. Por otro lado, permitirá establecer un diálogo entre los ámbitos rural y urbano, tan necesario en el contexto de la despoblación, que permita apreciar el valor de los alimentos y fomentar la alimentación saludable, local y de calidad e incidirá en las pérdidas y desperdicio de alimentos.
Financiación y agentes implicados
Este proyecto está cofinanciado con 128.458,43€ por la convocatoria 2019 de las Ayudas a la submedida 16.2 de apoyo para los proyectos piloto y para el desarrollo de nuevos productos, prácticas, procesos y tecnologías del Plan de Desarrollo Rural – PDR de Navarra 2014-2020, a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural: “Europa invierte en zonas rurales”. El Ayuntamiento del Valle de Yerri, como coordinador y líder de la iniciativa, con el 72% del presupuesto, se encargará de la dirección técnica del proyecto, así como de la coordinación del Consorcio y de la red de entidades. Además, dinamizará a los agentes sociales, a través de la organización de los espigamientos. Pondrá a disposición un centro de almacenamiento que habilitará con fondos propios. INTIA, por su parte, con el 12% del presupuesto, será la encargada de la comunicación y aportará su conocimiento, ejerciendo de enlace con el sector agrícola. Participará en la iniciativa con la finca experimental de Sartaguda. La UPNA, con el 16% del presupuesto total, será parte activa en la elaboración del diagnóstico y evaluará las posibilidades de transformación de los alimentos recogidos en los espigamientos. Elaborará, también, un Plan de Empresa, que analice las oportunidades de hacer viable la empresa de transformación para alargar la vida útil de los alimentos.