
Con un presupuesto de unos 3.500 euros, las fiestas arrancaron el viernes, a las 20 horas, con el reparto de chistorra y patatas asadas y con el Dj Dgama. El sábado estuvo repleto de actividades. La mañana endulzó a los vecinos con una chocolatada, rastro infantil, pintacaras, bombas japonesas e hinchables y encierro infantil con toros de la ganadería municipal, en la calle Ruiz de Alda. A las 14 horas se celebró la comida popular, uno de los eventos más numerosos de las fiestas, que congregó a 120 comensales y a unos 30 ayudantes voluntarios. A las 15:30 horas, todos los asistentes pudieron disfrutar del café concierto ‘Café para tres’ y del posterior concurso relámpago de mus y brisca. La tarde estuvo dedicada a los más pequeños con los animales de la ganadería Lopene, ponys y Gorriti, en el frontón Rebote.
La comida popular congregó a 120 comensales
A partir de las 20 horas, todos aquellos que se animaron disfrutaron del chiquiteo con ‘Sanpietro Quartet Quintet’. El torico y los fuegos artificiales, en el puente romano, precedieron a la noche de juerga. Las dianas con las gaiteras hermanas Duval y Sacha despertaron a los vecinos el domingo. A las 10 horas, la cita fue en la Biblioteca, punto de encuentro para ir a limpiar el río Ega. La misa, a las 11:30 horas, puso fin a unas fiestas inolvidables. “Este año no actuó la banda y tampoco hubo gigantada txiki porque ambos colectivos no pudieron acudir. Estamos barajando más opciones para el año que viene. Valoraremos en la asamblea estas fiestas y decidiremos que opciones podríamos plantear para el año que viene”, expresaba Mikel Roig, presidente de la asociación de vecinos de San Miguel. En cuanto al balance de las fiestas, Roig se mostró muy satisfecho. “Pensábamos que con el tema del Día del Deporte, que coincidía con las fiestas, se iba a notar un descenso de gente, pero la verdad es que no. Parece que el buen tiempo hizo que la gente se animara a salir y se ha percibido un muy buen ambiente”, informaba Mikel Roig a Calle Mayor.