La korrika oficial cruzó la ciudad en torno a la una de la mañana en la noche del domingo al lunes
Las once y media era la hora señalada. Por niveles educativos, los niños y niñas, con sus petos de corredores, iban ocupando sus respectivos lugares dentro del mapa de la ciudad para ir uniéndose unos con otros, pasándose el testigo, y formando un largo pelotón que recorrió el centro peatonal hasta llegar a la plaza de los Fueros. Un vehículo con megafonía de AEK encabezaba la marcha no competitiva recogiendo a los diferentes grupos al ritmo del estribillo repetido “ttipi-ttapa, ttipi ttapa, Korrika”. Cada grupo participaba con su propia pancarta, elaborada en los centros unos días antes. Algunos de los puntos de inicio de los grupos fueron la iglesia de San Miguel, la calle Carpintería, la calle Mayor, la sede de AEK en la ciudad del Ega, la plaza Santiago, el paseo de la Inmaculada y la calleja Chapitel para reunirse todos después en la plaza de los Fueros.
Musica y Baile
El epicentro de la ciudad albergó la lectura desde el kiosco de un manifiesto en defensa del uso del Euskera. Sonaron canciones que motivaron la ejecución de coreografías previamente ensayadas logrando un ambiente de fiesta. Poco restaba de la jornada escolar el último día de la semana cuando los grupos encabezaron el regreso a los centros. Al margen de la celebración escolar, el programa cultural de la Korrika Txiki se de – sarrolló el domingo 17. Por la tarde, La plaza de Santiago acogió una chocolatada popular y una korrika que terminó ante la fachada del ayuntamiento reivindicando el kilómetro que este año el Ayuntamiento de la ciudad no ha comprado. Sería esa noche, en torno a la una y media, cuando la Korrika oficial cruzó la ciudad y tomó rumbo hacia Álava pasando por Acedo.