En esta ocasión abría sus puertas para la concentración de disfraces, si bien, las buenas temperaturas trasladaron la fiesta a la plaza de los Fueros. Los niños, en cuadrillas, algunos acompañados por sus padres, también disfrazados, disfrutaron de una tarde única. La fiesta continuaba por la noche para los jóvenes que no quisieron dejar pasar la fecha sin divertirse en los bares.