La lluvia no apagó la ilusión en la visita de los Reyes Magos en Estella

La lluvia no apagó la ilusión en la visita de los Reyes Magos en Estella

La cabalgata comenzó en el barrio monumental y recorrió durante casi hora y media y sin paradas el centro de la ciudad en la tarde del viernes 5 de enero

La lluvia y el frío saludaron a los Reyes Magos de Oriente en la tarde del viernes 5 de enero. La cabalgata de recibimiento a Sus Majestades estuvo marcada por las condiciones propias del invierno, pero no deslució la ilusión con la que los niños y las familias los arroparon durante un itinerario, con modificaciones y sin paradas, por el centro de la ciudad.

La cabalgata que desde sus inicios organiza la sociedad Peñaguda con la colaboración de diferentes colectivos presentó en este 2024 varias novedades. Empezando por el horario, que se adelantó media hora hasta las seis y media para favorecer un final también adelantado. Y siguiendo por el recorrido, que discurrió por el paseo de la Inmaculada, de principio a fin, y continuó después por Yerri, la cuesta de Entrañas, la plaza de Santiago, la de los Fueros, la calle Baja Navarra y, de nuevo por el Andén, llegó hasta el ayuntamiento.

En esta edición la comitiva enfiló primero el paseo de la Inmaculada completo para pasar después por las plazas y las calles más estrechas

El inicio, en el barrio patrimonial de San Pedro, con sus edificios históricos iluminados, como requería la ocasión, repetía por segundo año. En la edición anterior la comisión organizadora decidía cambiar el inicio y trasladarlo desde la residencia de San Jerónimo al corazón histórico de la ciudad.

Allí, en el bello entorno de la plaza San Martín, la iglesia de San Pedro, el Palacio de los Reyes de Navarra y el antiguo ayuntamiento, los vecinos de Estella esperaban a las seis y media de la tarde la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar. Llegaron bajo el agua, divisando paraguas entre el público, pero el mal tiempo no menguó los colores y la riqueza de sus ropajes, sus sonrisas ni la ilusión dibujada en los rostros de los niños. Los Tres Reyes Magos emergieron de la calle La Rúa montados a caballo, junto a sus pajes, para descabalgar junto a la plaza y saludar a pie a la gente congregada que coreaba sus nombres.

Acto seguido los protagonistas de la tarde subieron al balcón del antiguo ayuntamiento, donde un belén viviente recibió la Adoración, acto que justifica la llegada a Belén de sus Majestades para saludar al Niño Jesús y brindarle sus regalos: oro, incienso y mirra. Este gesto, la Adoración, fue otra de las novedades este año al ser recuperada después de su supresión el pasado año, cuando por seguridad se omitieron también las boleas y el saludo de los Reyes desde el quiosco de la plaza de los Fueros.
Con el objetivo de dotar al acto de agilidad y de seguridad, este año la cabalgata volvía a ser itinerante y, por tanto, sin parada en la plaza, para terminar ante la fachada del balcón consistorial. Durante todo el camino, la cabalgata fue posible gracias a la colaboración de numerosos colectivos culturales y de las carrozas de las apymas de los colegios Remontival, Santa Ana y Mater Dei.

Participaron la banda de música, los grupos de danzas Larraiza, Ibai Ega y Virgen del Puy y San Andrés, los txistularis Padre Hilario Olazarán, la fanfarre Alkaburua, los gaiteros Martínez y Duñabeitia y los bomberos del parque de Estella, que cerraron la comitiva con su camión. Repartidas a lo largo del recorrido, las tres carrozas de las apymas recrearon el invierno y la Navidad representando muñecos y copos de nieve Remontival, ángeles Santa Ana y estrellas de vivos colores Mater Dei.

Terminado el recorrido, el interior del ayuntamiento se mostró engalanado con las tres sillas reales que acomodaron a los Reyes. Pasaban de las ocho de la tarde, casi una hora y media después del inicio de la cabalgata, y sus Majestades se aposentaron para saludar como merecían a todos los niños que se atrevieron a acercarse e incluso a inmortalizar el especial momento con una foto.

Los caramelos no faltaron el día 5, se repartieron en torno a 900 kilos entre esa tarde y la del Pregonero. Tampoco faltaron los balones, que cedidos por la empresa Unice, se entregaron en el colegio Santa Ana, en mano, para que ningún niño se quedara sin obsequio.

La visita de los Reyes Magos llenó de ilusión cada rincón de la ciudad. Después alimentaría el espíritu en las casas. Comenzaba la noche mágica que depararía sorpresas y cumpliría con la magia de la Navidad.

Tres fieles acompañantes

Vestidos con sus mejores galas tres vecinos de Estella se ofrecieron para acompañar en todo momento a los Reyes Magos durante la cabalgata. Se trataba este año de José Andrés Gómez de Segura, Josean Díaz de Cerio y Julio Sucunza, a quienes Melchor, Gastar y Baltasar estuvieron muy agradecidos.

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