¿Qué valoración haces de la cuarta posición?
El primer reto del concurso es entrar en la final. Éramos doce competidores. Sólo con eso, objetivo cumplido. Si me quedaba sexto, ya estaba feliz. Cuando el jurado da los resultados va nombrando del sexto en adelante y ves que el sexto no te nombran, el quinto tampoco, el cuarto, piensas “que no me digan, por favor”, porque eso significa que estás entre los tres primeros.
Cuando salieron las listas vi que del tercero me quedé tan sólo a un punto, lo mínimo. Estuvimos empatados en varias comparativas, ese punto lo tienes en la cabeza, pero lo cuento como anécdota porque para mí el cuarto puesto es algo que nunca había imaginado.
¿Cómo se desarrolló la competición?
Antes de salir al escenario nos pasaron al backsatage, donde ponemos a tono los músculos para salir más congestionados. Allí nos hicieron los controles, también anti-doping. Luego nos mandaron salir por orden del dorsal y nos hicieron posar en fila para hacer las poses: frontal, perfil izquierdo, espaldas, perfil derecho y frontal de nuevo. Por orden, seis pasan delante de los jueces a posar de nuevo y eligen cinco que pasan a la final, yo estaba entre ellos. El sexto lo eligen de la segunda tanda de seis. A los seis finalistas nos vuelven a comparar mediante en las poses, intercambiándonos unos con otros.
Te despides de la competición, ¿ha sido difícil tomar la decisión?
Ha sido complicado porque a mí me gusta mucho. Seguiría súper encantado pero ya los años me suman mucho y la exigencia que tengo es cada vez mayor. Voy subiendo de nivel y me he tenido que dar muchas palizas. Lo que peor llevo es la alimentación y que en la vida no puedes hacer ciertas cosas, te tienes que privar. Al final lo pones todo en la balanza y, después de lo conseguido este año, es el momento.
¿Ha sido complicado prepararte para los campeonatos durante la pandemia?
Durante el confinamiento se cerraron gimnasios. Dos semanas antes de la preselección del Campeonato de Europa estábamos confinados. Yo entrenaba en casa con gomas, no tenía materiales. Estuve muchas veces a punto de tirar la toalla pero finalmente decidí que haría lo que pudiese. Cuando abrieron los gimnasios me puse a tope y pienso que entrar en la Selección Española fue la recompensa a la constancia. Quedé tercero en el Campeonato de España absoluto, donde fui con mi hijo y nos lo pasamos muy bien, y sexto en el europeo.
¿Te vas a seguir cuidando?
¡Claro! He hecho deporte toda mi vida, por lo que seguiré entrenando. Voy al gimnasio pero, obviamente, la intensidad y el volumen de trabajo es diferente. Mi objetivo ahora es solo estar bien, en forma. Voy a descansar sobre todo de cabeza. Físicamente no es tanto problema, pero el fisicoculturismo es un deporte muy duro mentalmente. Tienes que estar muy centrado para saber cuál es tu objetivo, y no saltarte nada cansa.
