La medición de la huella de carbono del espárrago de Navarra es una actividad pionera en el sector agroalimentario que comenzó con la definición de una muestra representativa del cultivo del Espárrago de Navarra teniendo en cuenta factores como la antigüedad de la explotación, la producción en secano o regadío y el tamaño de la parcela. Finalmente se optó por las muestras de los productores de espárrago Benito Martínez, secano, y Máximo López, regadío. Ellos proporcionaron todos los datos que fueron necesarios para la realización del informe.
Después se determinó el mapa de procesos y los límites del sistema y se analizaron las emisiones directas de alcance I (gasoil y emisiones del suelo) e indirectas (electricidad) y de fabricación y trasporte de materias primas y de gestión de residuos en las explotaciones. Por último, se realizó el análisis exhaustivo a través de la herramienta Eureners, cuya realización la encargó Teder y que está a disposición de todos los grupos de Desarrollo Rural para el estudio de emisiones de sus productos. El estudio concluye que un kilo de producto produce unas emisiones de 0’58 kilos de CO2, lo que equivale a 0’00058 toneladas.
En el acto de entrega del certificado de Aenor al Consejo Regulador –lo entregó Emilio Flamarique y lo recogió Ana Juanena- estuvieron presentes la presidenta de Teder, Mariví Sevilla; el concejal de Industria y Empleo, Ricardo Gómez de Segura; Jesús Jiménez, de Fundación La Caixa; el equipo técnico de Teder; los agricultores participantes en el estudio –que recibieron un agradecimiento especial- y representantes de la Asociación de Comerciantes, Hostelería y Servicios de Estella-Lizarra.
Uno de sus socios, el hostelero Jesús Astarriaga, ofreció una degustación de espárrago de Navarra con huevo de codorniz trufado, preparado in situ en las cocinas de la Escuela Taller, que dejó patente la calidad del producto protagonista del estudio.