Aunque el recorrido comenzó con retraso respecto a lo planificado, poco a poco, el camión que trasladaba a Olentzero, a Mari Domingi y a cuatro músicos, fue recuperando el tiempo y ajustándose al horario. El paso de la carroza por las calles y plazas fue rápido pero Olentzero cumplió con su propósito de saludar a los niños asomados a ventanas y balcones y a los que esperaban su paso desde las proximidades de sus portales.
Con el Club Montañero
Ese mismo día, por la mañana, el carbonero protagonizó uno de los momentos más especiales de la Navidad, y lo hizo en el monte de Orlegi. Organizada la recepción por el Club Montañero de Estella, Olentzero y Mari Domingi ofrecieron encuentros personalizados a las familias de la ciudad.
La actividad, que requirió de reserva previa para evitar aglomeraciones en el saludo a Olentzero, aunó actividad física en la naturaleza con música y danza. En grupos de no más de seis personas, con una media de cinco integrantes, la actividad atrajo a 375 participantes durante toda la mañana, que optaron por una ruta larga de unas dos horas de duración o por el acceso rápido de San Millán para acceder al encuentro con el carbonero.
La iniciativa fue posible gracias a la implicación de unas 90 personas, entre músicos y dantzaris, que amenizaron la ruta, y a la colaboración de numerosos voluntarios que guiaron los caminos. Los organizadores destacaron el éxito de la respuesta y el buen comportamiento de los participantes. La actividad sustituía el encuentro que en ediciones anteriores se organizaba en el refugio de Larraiza.