El presidente de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Estella-Lizarra, Sergio Azpilicueta Ruiz, asegura que, después de dos años, cuesta coger el pulso a la rutina durante los días previos a las fiestas, jornadas de preparativos y de mucho trabajo. Pero las ganas por volver a sacar las figuras a la calle, después de dos años sin fiestas, compensan. “Estamos retomando cosas que teníamos olvidadas, pero el cien por cien de las personas que estamos en la comparsa lo hacemos porque nos gusta, porque nos llena”, asegura.
Durante estos dos últimos años, los gigantes y los cabezudos han visto la luz de la calle en tan solo dos ocasiones: con motivo de El Puy y el 3 de diciembre, después de la actuación Estella-Lizarra Bizi, cuando por primera vez en su historia desfilaron y bailaron de noche. “Estas fiestas estamos con especial curiosidad. Los niños que en las últimas fiestas, en 2019, tenían uno o dos años, ahora van a tener tres o cuatro y la comparsa puede ser algo nuevo para ellos porque no lo han vivido”.
A nivel personal, Azpilicueta, de 49 años, no se va a perder este año nada de las fiestas. “Me gusta casi todo. El viernes por la noche, ir a las corridas y, por supuesto, todos los actos de la comparsa. Disfrutaré hasta que el cuerpo aguante”.