
El sábado y el domingo fueron los días centrales, cuando el público pudo conocer la ambientación de época en los diferentes rincones y calles de la localidad. Un animado, y embrujado pasacalles, y el esperado aquelarre atrajeron todas las atenciones a partir de las siete de la tarde.
El domingo, de 11 a 15 horas, artesanos de Navarra participaron en el Mercado de la Brujería en una mañana durante la que no faltó la música. Los asistentes pudieron visitar una exposición de inventos medievales y de elementos de tortura de la Inquisición, ver una exhibición de cetrería y conocer varias casas de la localidad decoradas con esmero como en la Edad Media.
Durante la semana hubo degustaciones, de migas y sopas de ajo, el viernes; fiestas en torno a la hoguera, conciertos como el de música celta del grupo Lugh, un juego de Escape Room temático, un taller de cuentos y marionetas y una charla sobre brujería, entre otras citas.
La diversión y la sorpresa fueron denominadores comunes durante las cinco jornadas festivas en Bargota.