
““Para un deportista las olimpiadas son el mayor evento
del mundo y una recompensa mediática a su carrera”
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Antes de iniciar sus merecidas vacaciones, Barnó cuenta su aventura por la villa olímpica, una experiencia que nunca olvidará. Cuando comenzó con sus amigas a jugar a balonmano a los 10 años nunca pensó que algún día pudiera participar en unas olimpiadas y, menos aún, conseguir una medalla. Los sueños a veces se hacen realidad.
¿Cómo fue la experiencia?
Muy buena. Ya me habían contado, pero hasta que no estás allí no te crees lo impresionante que es. La villa olímpica es una ciudad pensada y creada para deportistas. Allí se pueden ver deportes que normalmente no tienen mucha repercusión social como la gimnasia rítmica, el tae kwon do, el remo o la la lucha libre… En las Olimpiadas todos se lucen y la gente les sigue. Para un deportista es el mayor evento del mundo y una recompensa mediática a su carrera.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido?
Lo sorprendente es la villa en sí misma. Abarca todos los deportes del mundo, un despliegue en infraestructura brutal. Tuvimos la suerte de estar en la final de baloncesto con el partido de España-Estados Unidos. En el estadio de baloncesto había 20.000 personas viéndolo y animando a los dos equipos. También me ha sorprendido poder estar con grandes deportistas como Gasol o el mismísimo Bolt. Esto ha sido una de las mejores experiencias del evento. Convivíamos con las mayores estrellas deportistas del mundo, comíamos en el mismo comedor y estábamos todos alojados de la misma manera. Me di cuenta que realmente son igual que yo, que tienen las mismas aspiraciones e inquietudes.
¿Vivisteis la apertura de los Juegos Olímpicos?
No, no pudimos ir porque al día siguiente teníamos partido, pero sí estuvimos en la clausura. Lo más impresionante fue la entrada al estadio. Estaba todo negro y había un montón de bailarines que te iban animando hasta que salías, y veías el enorme estadio lleno de gente, luces y el bárbaro espectáculo.
¿Os esperabais la medalla olímpica?
¡Qué va! Aunque los resultados del europeo nos dieron la tercera posición y obtuvimos una plata en Barcelona, no esperábamos llegar tan arriba. Era la tercera vez que España se clasificaba para las Olimpiadas y teníamos muy duras competidoras este año, como Francia, que se había preparado para obtener buen resultado, o por supuesto Corea, con las que jugamos el último partido, o Dinamarca que actualmente es el equipo más fuerte aunque no ha podido conseguir medalla en estos juegos. Realmente ganar el bronce ha sido muy gratificante, saber que el esfuerzo tanto personal como colectivo ha dado su fruto y nos ha llevado a poder disfrutar de las olimpiadas de Londres 2012.
¿Fue duro el partido contra Corea?
Durísimo, nos costó mucho vencerlas. Fue un partido de desgaste y un estrés mental. Al final conseguimos ganar 31-29 para la alegría de todos los aficionados. Con Montenegro fue lo contrario, nos salió un mal partido.
¿Cómo fue la convivencia con tus compañeras de equipo?
Muy buena, muchas ya nos conocemos de jugar en el Itxako. Compartíamos apartamentos de cuatro en cuatro y era como un típico apartamento de estudiantes. Al final la convivencia está muy bien, con sus rifirrafes, porque con tanta presión no se está siempre de buen humor.
¿Se esperaba el recibimiento?
Fue una sorpresa más. Cuando llegamos con el coche desde Logroño no me lo creía. Había un montón de gente que quería felicitarme y todos mis amigos y familiares que son los que organizaron esto. Me encantó; la bandera del Itxako, la gente, el escudo, mis amigos… fue genial.
¿Cómo se presenta tu futuro?
De momento me voy de vacaciones, que creo que ya es hora. Luego ya se verá.