Chasco, de 56 años, explica que comenzó a sacar las series de fotografías a finales de 2007, aunque la mayoría pertenece a 2008. Empezó a fotografiar los campos de colza del valle de Yerri y las amapolas para continuar después con las viñas y los paisajes de nieve y helados. “Buscaba los elementos que estamos acostumbrados a ver normalmente y a los que no prestamos demasiada atención. Los vemos pero no los observamos y, por ello, he querido sacar toda la belleza que tienen”.
Junto a las viñas rojas agostadas, los rincones de nieves, los paisajes helados, las amapolas y las colzas, se puede ver también instantáneas del Monte Limitaciones, la sierra de Urbasa, el puerto de Otxaportillo, la encina de Erául, los cerezos de Milagro y sus rojos frutos. “Me llamó la atención que árboles como los cerezos con una flor sencilla puedan ofrecer después unas cerezas de un colorido tan escandaloso”, añade el fotógrafo.
Con pasión
Después de 30 años dedicado a su tienda, realizando fotografías con fines comerciales centradas sobre todo en bodas, bautizos y comuniones, Jesús Mari Chasco asegura que, ahora en la jubilación, está redescubriendo la fotografía. “Siempre se está aprendiendo en este campo y también es posible sentir una pasión diferente según el momento. Por eso, tenía especial interés en compartir esta colección con el espectador”.
Chasco comenzó en 1975 a tomar fotografías en un estudio de moda de Barcelona. En 1978 abrió el comercio en Estella que regentó hasta su jubilación. Durante este tiempo ha realizado otras dos exposiciones. Una de macrofotografía sobre insectos, que se expuso en diferentes lugares de Navarra, y otra muestra en la sala del Banco Atlántico de Estella hace unos años. •