La campa que alberga el skate park suma ya 30 jóvenes ejemplares fruto de las tres últimas ediciones de la jornada de sensibilización medioambiental
La actividad en grupo dio como resultado diez nuevos robles y encinas, ejemplares autóctonos que se suman a los plantados en las dos ediciones anteriores. Una treintena de jóvenes árboles salpican ahora la pradera. En el futuro sus copas proyectarán sombra y oxigenarán esta ubicación del parque de Los Llanos. La técnica de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Estella-Lizarra, Inma Alonso, aseguraba que aún hay capacidad en la pradera. “Hay que ver la evolución y si hace falta reponer alguno de los árboles plantados. Aún podemos expandirnos un poco más, pero no tendría sentido demasiada densidad que no dé buen crecimiento a los árboles. Cuando se valore que no hay espacio se buscará otro sitio para hacer las plantaciones”, expresó.
Buena disposición
Alonso añadió que, año tras año, la actividad es muy bien recibida por los centros educativos y por el alumnado, que se muestra muy dispuesto a colaborar. “Salen del aula, tocan tierra, trabajan con sus manos y están un rato al aire libre, especialmente en un día como hoy. Siempre se muestran muy receptivos. Conocer el valor del arbolado, participar en la plantación y hacer como propio el árbol, es la mejor manera de aprender a valorar y a respetar el medio natural”.
Los escolares de cuatro aulas del colegio público Remontival, dos del modelo D y otras dos del PAI de tercero de Primaria, llegaron los primeros al parque de Los Llanos. A las diez de la mañana fueron recibidos por jardineros del Ayuntamiento. Cada aula plantó un ejemplar, realizando prácticamente todo el proceso, hasta el regado con cubos de agua. Como obsequio se llevaron un plantón que luego podrían utilizar donde quisieran. El relevo lo tomaron los alumnos de segundo curso de Primaria de Lizarra Ikastola, seguidos de dos grupos de Santa Ana para terminar los alumnos y las alumnas del Mater Dei, en torno a las doce del mediodía. Todos desempeñaron con entrega y dedicación las labores de jardinería. Desde el colegio Santa Ana, la profesora Josune Echávarri destacó el valor de la actividad por sus fines de sensibilización. “La vemos muy positiva porque se cambia la rutina, porque los alumnos disfrutan en el medio natural y porque es una manera de que aprendan el proceso de plantar un árbol, de cómo crece y de lo importante que es cuidarlo. Vienen con mucha ilusión porque, además, se llevan una plantita, que espero la cuiden con mucho amor”. El alumnado también agradeció la jornada de asueto y hubo palabras de satisfacción. “Me parece súper bonito porque podemos hacer que los árboles crezcan y que la tierra se vuelva más bonita, pero no queremos que alguna gente contamine los árboles. Queremos que crezcan muy rápido y muy alto para que los animalitos puedan venir, disfrutar y hacer que este bosque pronto tenga un montón de árboles”, explicaba, entusiasmada, Maria Teresa Luna Sierra. “A mí me gusta mucho participar en esta actividad y plantar un árbol porque después, si lo cuidamos, puede salir muy grande. Además, cuando estás enfadada, si te pones debajo de un árbol, es como si se te pasara el mal humor”, añadía a las palabras de su compañera India Prado Carrasco. La celebración del Día del Árbol se completó por la tarde con una plantación de vivaces en los alcorques y maceteros de la calle San Andrés, actividad abierta a todas las personas que desearan participar. Una chocolatada en la plaza de la Coronación puso el broche final. La jornada anterior, el martes día 12, la casa de cultura Fray Diego acogió la conferencia, a cargo de la Asociación Reforestación de Navarra, titulada ‘La invasión silenciosa’, sobre el ailanto y otras especies exóticas invasoras. Toda la campaña tuvo un presupuesto que rondó los 1.000 euros.
