La Bajadica del Puy o del Agua, después de las vísperas en la basílica, era uno de los actos más esperados, sobre todo por el público joven. La Corporación tampoco quedó al margen y se pudo ver a la alcaldesa y a los concejales darse un buen baño, a base de cubos y mangueras, en la calle Valdeallín.
El viernes fue día también para el primer encierro, en este caso vespertino, con la subida de las vacas a los toriles de Espoz y Mina; la salida de las peñas San Andrés y La Bota, así como la entrega de pañuelos conmemorativos por su aportación. Toro de fuego, música de verbena, Baile de la Era popular y la primera Bajadica del Ché se sucedieron durante la noche del primer día festivo.