En tan sólo dos meses, la mitad de lo que dura la campaña, la recolección de las Salinas Gironés superó con creces los resultados del verano pasado. La producción de junio y julio en cifras se tradujo en, aproximadamente, 30 toneladas de sal mineral Sal de Oro y casi 1.000 kg de Flor de Sal, primera cosecha de la firma local que se comercializará.
La ausencia de lluvia, el calor y sobre todo, el viento del Este han sido las condiciones meteorológicas que han favorecido los óptimos resultados de esta campaña que terminará a finales septiembre, coincidiendo con las fiestas patronales de Salinas de Oro. Pero a estos dos éxitos, el de participación en las jornadas y el de producción hay que unirle la certificación Bio que las Salinas Gironés están a punto de conseguir, tras un proceso que se remonta tres años en el tiempo.
Recogida de sal
Durante las jornadas gastronómicas los asistentes pudieron comprobar la dureza del oficio y con rastrillos y cubos recogieron su propia sal para posteriormente llevársela a su casa y degustarla. Pero antes, los Gironés presentaron la cosecha de Flor de Sal, conocida como el caviar de la sal, que comercializarán por primera vez, y ofrecieron a continuación visitas guiadas a la explotación.
Asimismo, los asistentes fueron partícipes de un taller gastronómico con Manuel Ortiz y Javier Cemboráin, de los restaurantes Bodegas Asador Lezaun y Restaurante Aroa Entregarnatxas respectivamente, en el que se realizó una demostración de salazón de salmón, magret de pato y adobo de lomo. También se realizó una cata a ciegas de diferentes sales del mundo y, para finalizar, se ofreció una degustación de ternera ecológica regada con vino ecológico de la zona.