
El cruce e intercambio de varas a pie de escalinata se produjo a las 12.10 horas, justo antes del inicio de una eucaristía y de la bendición de los campos. Poco después, a la una de la tarde, se celebraba la trigésimo novena edición de la subida a San Gregorio en bici, una actividad en la que este año participaron 25 personas, quienes no dudaron en lucir disfraces para intentar hacer el recorrido, de diez kilómetros de distancia, algo más ameno.
Seguía un aperitivo popular y la comida de ranchos, a base de cordero o paella, según las mesas, en las campas de la basílica. La reunión, animada por el buen tiempo, se prolongó hasta última hora de la tarde.
San Gregorio se celebra el segundo día de pascua de Pentecostés, cincuenta días después de Semana Santa, por lo que este año tocó tarde en el calendario. Antes que Los Arcos, el reto de pueblos tuvieron su romería.La de Los Arcos dio final no sólo al calendario, también cerró un fin de semana de fiestas en la villa que se organizan en torno a San Gregorio. En esta edición, el viernes 6 de junio el alumnado de segundo de la ESO del colegio Santa María prendía la mecha del cohete desde el balcón de la casa de la villa.
Comenzaban las fiestas con la comparsa de gigantes y la música de txaranga. No faltó la comida popular ni la música. El sábado hubo encierro infantil, dianas, gigantes y cabezudos, danzaris, música y fútbol, el partido de fase de ascenso del Urantzia contra el Cirbonero B. Siguió la jornada con reses bravas, música, organizada y sufragada por los jóvenes, marionetas, toro de fuego, conciertos y baile.
El domingo los niños disfrutaron con el parque infantil, se celebró otro encierro por la tarde y hubo concierto mexicano en la plaza del Coso. El alcalde de Los Arcos destacó el buen ambiente y la alta participación. “Han sido unas buenas fiestas, todo salió perfecto, sin incidentes ni en las vacas, y la gente se ha portado fenomenal”. El primer edil destacó que el programa tuvo un presupuesto de 10.000 euros.
