
Desde el centro escolar, la comitiva, introducida por los joaldunak, se desplazaba por la plaza de la Coronación, las calles San Andrés y Mayor para seguir por la calderería hasta la plaza de los Fueros y acceder después a lo viejo por la Estrella, Navarrería y Mayor. Desde la calle Baja Navarra, la kalejira volvió a la ikastola por la Inmaculada, Gustavo de Maeztu y San Francisco Javier. Durante el recorrido, Olentzero y su ayudante, Koldo Udarte, repartieron unos cien kilos de castañas.
Olentzero las había recogido en la sierra antes de desplazarse hasta la ciudad para saludar a los niños, a sus padres y a todas las personas que le acompañaron por las calles. Las txalapartas, los danzaris de Larraiza y de Ibai Ega, los gaiteros Deierri y de Estella, las trikitixas, los txistularis y la banda pusieron las notas musicales y los pasos de baile en un acto de bienvenida a Olentzero en el que participaban buena parte de los alumnos de Lizarra Ikastola, vestidos de caseros, y también del colegio público Remontival.
El ambiente estuvo en la calle, a pesar de la lluvia, los cantos se hicieron oír y Olentzero saludó a los niños que más tarde visitaría en sus casas para dejarles los regalos.