En esta tercera entrega del reportaje por capítulos ‘En la trastienda del antiguo comercio estellés’ recogemos la historia de Ultramarinos Finos, local de comestibles que se situó en lo que luego fue el bar Maracaibo, en la plaza de los Fueros, y de la Sala de Fiestas Trovador, todavía en activo y que en 2020 cumplía su cincuenta aniversario.
Las paredes decoradas por Garbiñe Basarte hacen mención también a otros oficios que, ubicados en locales más pequeños, sirvieron para trazar la fisionomía de las calles más céntricas de Estella, como el del Botero Díaz de Cerio, en el paseo de la Inmaculada, y Se vende Cal de Murieta, en la calle Mayor. Sirva esta mención y el trabajo de la artista local para rendir homenaje a sus años de actividad.