El puzle del verano

El puzle del verano

Cada temporada estival, los clubes deportivos y los Ayuntamientos organizan actividades que logran un doble objetivo: compatibilizar la diversión y aprendizaje de los niños con el trabajo y la organización de los padres

Opciones no faltan en Tierra Estella para un verano perfecto. Los escolares esperan el final de curso con ganas, pero los tres meses de vacaciones se les hacen un poco largos; y en ocasiones, también a los padres, obligados a compatibilizar el trabajo y el cuidado de los más pequeños. Por ello, las actividades de verano como los campamentos, los campus deportivos y las ludotecas, que organizan, fundamentalmente, los clubes y los Ayuntamientos, permiten un verano al gusto de todos. Los pequeños aprenden y se divierten, mientras los mayores se organizan en unos meses complicados.

CAMPUS URBANO DE BALONCESTO 

Familia Arrondo-Luzuriaga 

Todos los ingredientes de un campamento, en Estella 

Todas las ventajas de un campamento pero sin salir de Estella. Así define Charo Elvira Luzuriaga el campus de baloncesto del que sus hijas, Laura, de 12 años, y Rakel, de 10, son ya asiduas. Cuatro ediciones la mayor y tres la pequeña llevan participando en una iniciativa que durante el verano rompe la rutina estival de sol y piscina. “El campus ofrece las mismas cosas que un campamento, como la relación con los compañeros, la realización de actividades, el deporte, la práctica de buenos hábitos alimenticios, pero sin la desventaja de salir fuera. Duermen en casa, por lo que, si han tenido un mal día, a las ocho de la tarde ya están de vuelta”. 

En casa y como en casa, poco menos que en familia. Destaca el padre, Ignacio Arrondo del Rosario, un importante valor añadido del campus que organiza el C.B. Oncineda: el hecho de que los integrantes, la mayoría miembros del club, se conocen entre sí. “Desde sénior hasta los más pequeños se conocen con nombre y apellidos, y eso es una gozada, porque además los jugadores mayores del club y los entrenadores se involucran mucho”. 

Las ventajas de una semana diferente no solo las ven los padres, las participantes son las primeras en solicitar año tras año que les apunten al campus. “Nos lo pasamos muy bien. Vamos a la ikastola a entrenar y luego a la piscina y después de comer tenemos tiempo libre, partidos y actividades. El verano no se nos hace largo pero nos viene bien hacer algo distinto”, apunta la hermana mayor, Laura, que junto con Rakel son alumnas del colegio Remontival. 

“Así el verano es diferente, además en el campus conocemos a mucha gente”, añade la pequeña. El baloncesto es para las dos hermanas su principal afición, lo que ha llevado a participar a Laura Arrondo en el Campeonato de España de Selecciones Autonómicas celebrado en Cádiz y la pequeña ha estado pre seleccionada por la Selección Navarra. 

Para los padres, ambos trabajadores en activo, el campus de baloncesto rompe también su propia rutina. “Aunque los dos trabajamos la verdad es que la abuela nos ayuda mucho y es un gran apoyo durante el curso. No apuntamos a las niñas por tenerlas un semana ocupadas, además, ya tienen edad como para poderse quedar un rato solas, pero una semana diferente nos viene bien a todos”. 



LUDOTECA DE ARDANTZE

Familia Sánchez-Aguirrebeña 


Divertimento y organización 

El pequeño Beñat, de 7 años, a la ludoteca del polideportivo de Ardantze y el mayor, Aketza, de 12, al Campus de Fútbol de Javi Martínez. Uno aquí y otro allá para compatibilizar el verano de los hijos con el trabajo de los padres, sin perder de vista su bienestar y divertimento. 

Los padres, Iovana Aguirrebeña Aguirreurreta y José Sánchez Sánchez, vecinos de Ayegui, lo tuvieron claro y los críos están encantados. “Trabajamos los dos, yo en la pescadería hasta las cuatro de la tarde y mi marido de mañana o de tarde. Nos viene muy bien que estén en una actividad sobre todo por las mañanas, además de que en casa no aguatan. Beñat, por ejemplo es muy movido. Mucho tiempo en casa y se sube por las paredes y aquí, en la ludoteca, está con más gente. Vuelve encantado”, explica la madre. 

Para Beñat Sánchez es el segundo año de ludoteca, y va a estar todo el mes de julio, así que se lo sabe. “Jugamos un rato, después almorzamos y después nos damos un baño en la piscina. Conozco a mucha gente, tengo amigos de la ikastola como Naun y Lucas pero también de otros coles. Mejor que en casa estoy aquí, y luego me voy de vacaciones, a pescar”, explica el pequeño de la familia. 

Pescar le encanta a Beñat y también a su hermano Aketza. “Estuve mirando un campamento fuera para el mayor, pero si no era de pescar, que es muy aficionado, no quería, así que finalmente está en el campus de fútbol de Javi Martínez. El fútbol le ha empezado a interesar de un tiempo a esta parte”, cuenta la madre. La edad del mayor no hacía viable apuntarle en la ludoteca, así que la solución estuvo en el campo. “Y está muy contento. Dice que el próximo año quiere repetir y, además, quedarse a dormir. Se lo hemos prometido si saca buenas notas”. 

LUDOTECA MUNICIPAL DE ESTELLA

Familia Isaba-Tardío


Nuevas amistades

Irene y Sonia Isaba Tardío, de 8 y 5 años, respectivamente, y alumnas del colegio Santa Ana, son veteranas de la ludoteca municipal del Ayuntamiento de Estella. La mayor ha disfrutado la experiencia por cuarta vez y la pequeña ha ido de segundas. Antes de empezar, saben de sobra lo bien que se lo van a pasar durante las dos semanas que las apuntan sus padres, Carlos Isaba Aramendía y Maribel Tardío Méndez.

La decisión, explican los padres, está motivada por propiciar a sus hijas un verano variado con aliciente añadido, pero la primera semana, la ludoteca también les echa un capote en materia de conciliación. “Las apuntamos sobre todo para que no estén en casa y porque ellas quieren venir, pero también es cierto que la primera de las semanas, que es la última del mes de junio, nos viene bien porque el padre todavía no ha acabado el curso y no está de vacaciones”, cuenta la madre, Maribel Tardío. 

El interés de los monitores, el programa de actividades que siguen los niños en la ludoteca y también la atención en caso de necesitar algo de apoyo escolar son pilares fuertes de la ludoteca. “Los monitores son muy majos, muy cariñosos, y ellas vienen muy a gusto. Además, aunque ya tengan amigos del cole, también hacen otras amistades. Siguen un programa muy lúdico que nada tiene que ver con la escuela”, añade el padre. 

La actividad en la ludoteca es variada. Cada semana se dedica a un tema concreto y la organización otorga mucha importancia al uso de los diferentes recursos que ofrece la ciudad. Por eso muchas actividades se desarrollan fuera del frontón de Remontival, lugar habitual de la ludoteca. “Durante la semana, hacemos excursiones, vamos a la piscina, hemos pintado un muro, el año pasado hicimos también brochetas de futas, fuimos al mercado y también trabajamos actividades en inglés”, explica Irene, la hermana mayor. 

CAMPUS DE JAVI MARTÍNEZ

Familia Tamayo-Muñoz 

Técnica, convivencia y autonomía

El Campus de Fútbol de Javi Martínez ha llenado el cupo de plazas. Ciento treinta niños en la primera semana y otros 145 en la segunda -veinticuatro de ellos repiten- nutren de actividad deportiva el camping Iratxe durante las dos primeras semanas de julio. Ente ellos, intentando sacar el máximo provecho, en cuanto a diversión y técnica, participa el niño de 11 años Hugo Tamayo Muñoz, natural de Rentería pero residente durante los meses de verano en el camping de Ayegui. 

La cercanía al lugar de celebración del campus este año fue un valor decisivo para los padres, Lidia Muñoz Frutos y Juan Carlos Tamayo, que ya el año pasado tomaron nota de esta actividad de verano y se la comentaron a su hijo mayor. Hugo, portero del equipo Touring de Rentería, no desaprovechó el ofrecimiento y explota la oportunidad deportiva y social en la segunda tanda. “Estos días previos estaba nervioso, no podía aguantarme y he visto cómo entrenaban los porteros del primer grupo. El verano es largo, así que lo rompo un poco. Además están tres amigos de Rentería y otro del camping y he conocido a otros tres muy majos”, cuenta Hugo. 

El objetivo de mejora era importante para el jugador, forofo del F.C. Barcelona. Su madre también se refería a ello. “El objetivo es que vaya cogiendo experiencia y lo mejor de cada entrenador. Además, la convivencia le viene fenomenal. Yo le dejo dormir en el campus, porque está bien que conozca gente y también es momento de empezar a organizar sus cosas y aprender a ser autosuficiente”, explica la madre, Lidia Muñoz. El matrimonio tiene un segundo hijo de 7 años, Asier. 

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