
El Ayuntamiento de los Arcos organiza, en colaboración con Tita Cervera, la quinta exposición de carácter bienal. La muestra la componen dieciséis cuadros agrupados bajo el título ‘Del Naturalismo al Noucentisme’ que recorren ambos estilos pictóricos además del Modernismo. La colección, cedida para los meses de verano, está teniendo una gran acogida. Hasta la fecha, más de 1.500 personas se han acercado a la localidad para ver de primera mano el arte catalán del siglo XIX.
Los lienzos se encuadran en los límites de tres grandes estilos artísticos que no son fáciles de diferenciar. A través de las obras de la casa de cultura se recorre el Naturalismo, el Noucentisme y el Modernismo, trayendo consigo a la memoria la época ilustrada del arte catalán. Fueron unos años en los que se vivió el paso de una sociedad rural a otra urbanizada y que constituye la base de muchas de las propuestas de las obras de esta muestra. Con la caída de las murallas, Barcelona experimentó un desarrollo urbanístico gracias al Plan Cerdá, que cambió tanto la ciudad como la mentalidad de los habitantes de entonces.
La transición de la sociedad en tres estilos
En la muestra se refleja el cambio a una mentalidad más urbana, a la que precede una visión Naturalista a mediados del siglo XIX. Autores de la talla de Martí i Alsina o Baldomer Galofre hacen referencia a este estilo con los paisajes rurales de la época. Sus obras participan en la búsqueda de la identidad en la tradición autóctona. La transición se dio con el Modernismo, que en esta exposición tiene como ilustres representantes a Ramón Casas y a Eliseu Meifren.
Este movimiento artístico fue promovido por la búsqueda de nuevos lenguajes acordes con una Barcelona avanzada y volcada hacia Europa. No se puede hablar de un estilo uniforme con bases firmemente constituidas, sino de una constelación de trayectorias personales, unidas por el deseo de cambiar el pensamiento del pasado.
La culminación del cambio a una sociedad urbana se dio con el Noucentisme de principios del siglo XX. El deseo de pertenecer a una cultura moderna hizo a los artistas mirar hacia Cataluña, donde encontraron las bases de una estética clasicista y que no se distanciaba de la tradición cultural mediterránea. No se considera un movimiento aislado, ya que tuvo gran repercusión en Europa y alcanzó su mayor apogeo tras la Primera Guerra Mundial.
Esta propuesta de renovación artística tiene como característica el deseo de romper con la realidad mediante un distanciamiento que huye de la imaginación y que permite retratar la sociedad de la época. En la exposición arqueña se muestran obras de dos de los pintores más destacados de este movimiento, Pascual i Rodés y Joaquim Sunyer, que revolucionaron el arte con un cambio de mentalidad más cosmopolita.
Título
Doce artistas
La colección de cuadros del Nouvecentrismo firmados por Ramón Casas Carbó, Joaquim Sunyer y Pascual i Rodes