
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, Lizarrate presentaba un proyecto muy especial que ha supuesto una dedicación extra con buenos resultados: un libro de recetas en el que han colaborado 42 vecinas y vecinos. Explica Mari Carmen Ízcue, miembro de la junta, que la alta participación es el principal valor de una actividad que la han disfrutado mucho. “Buscábamos la mayor implicación posible, no sólo de nuestra asociación, sino de todo el pueblo, y han colaborado vecinos de todas las edades, incluso un chabisque de jóvenes de la localidad”, decía.
El libro, titulado ‘Recetas con cariño’, recopila nada menos que 42 postres tradicionales, en muchos casos recetas de la abuela que pasaron de generación en generación, como bizcochos, buñuelos, flanes, galletas, pastas, tartas y torrijas. Son recetas que no fallan y que detallan los ingredientes y la elaboración, así como una foto del resultado. El valor añadido las ponen las palabras que los autores han escrito en relación con el postre, que evocan recuerdos.
El proceso de elaboración comenzó en enero con la recopilación de participantes y postres que cada persona iba a realizar. Las fotos de los postres y la maquetación la hicieron personas voluntarias no profesionales de Abárzuza cono contribución al proyecto. El resultado final se pudo ver en la presentación del libro, precedida de la escenificación de una obra de teatro, con la colaboración del grupo ‘El Txaparral’, y seguida de una degustación de los postres en la que participaron más de 120 personas.
Conchi Hermoso Echarren, presidenta de Lizarrate y participante en el proyecto, explica que la experiencia fue muy positiva y que implicó a buena parte del pueblo. “Fue muy bonito. No pensábamos que participara tanta gente, de tan variada edad e incluso hombres. Todos se volcaron y pusieron su granito de arena para este recetario. Todo el mundo se entusiasmó y disfrutamos mucho con la presentación teatralizada y en la preparación de la degustación de los postres”, cuenta.
La realización del libro de recetas tuvo también una gran carga emocional y, en cierto modo, contribuyó a mantener viva la tradición de los fogones y la cocina. “Quien no lo expresó al menos lo ha sentido. Todos los participantes tenemos una madre o una abuela que nos ha dejado, y el libro es un recuerdo a todas ellas”, apuntó.
En la misma línea se expresa otra compañera, Lydia Arana, quien aseguro igualmente que el resultado superó todas las expectativas. “La idea tuvo una gran acogida y la presentación fue la culminación, el broche de oro. Todo el mundo se ha quedado muy contento y sirvió para el intercambio vecinal. La verdad que ha sido de lo más entrañable y para la asociación, un orgullo. Este libro es el fruto del trabajo de todos, un éxito de la gente del pueblo porque en Abárzuza siempre que se propone algo hay participación”, cuenta.
Este proyecto especial se suma a la actividad anual de la Asociación que incluye, además de la celebración del Día de la Mujer, la preparación del almuerzo del chupinazo de fiestas en agosto, la celebración del Día de la Mujer Rural el 15 de octubre, la colaboración con el Olentzero, la organización de talleres de cocina, autodefensa y empoderamiento, entre otros, además de cursos de actividad física, como Pilates, y la organización de visitas, excursiones y exposiciones. Todo esto y mucho más. Sobra la energía.
ASÍ ES
FUNDACIÓN. La asociación Lizarrate se creó en el año 2000.
SOCIOS. Actualmente integran el colectivo 120 personas, entre ellas algunos hombres porque el colectivo está abierto a todos los vecinos.
CUOTA. Cada socio aporta al año 10 euros.
FINANCIACIÓN. Además de las cuotas, el colectivo recibe anualmente alguna subvención. El Ayuntamiento de Abárzuza aporta 700 euros y, por proyectos, la asociación solicita ayudas puntuales al departamento de Salud y al INAI.
JUNTA. Presidenta, Conchi Hermoso. Secretaria, Ana Belén Viana. Tesorera, Silvia Pérez. Vocales, Marian Larumbe y Mª Carmen Ízcue.
ENTREVISTA
Mari Carmen Ízcue. Vocal de Lizarrate.
“Es una satisfacción hacer algo por la gente
y para la gente”
¿Qué supone para ti formar parte de Lizarrate?
Para mí es una satisfacción cuando haces algo para el pueblo, por la gente y para la gente. La Asociación es una forma de implicar a muchas personas en un proyecto común que dinamiza la vida en el pueblo. Además, por lo general, se participa y se colabora.
¿Qué momento vive la mujer rural?
Yo creo que la mujer rural se mueve y las asociaciones de mujeres están ahí. Estamos pendientes de un encuentro que se va a realizar entre los colectivos de mujeres de la zona para juntarnos, compartir experiencias, proyectos e información, es decir, rentabilizar el trabajo que se haya podido hacer de manera individual y compartir recursos.