La idea gastronómica nació con entidad propia en 2015, aunque seguía en cierto modo el testigo de reunión ya creado en 2003 en torno al colectivo ESAIN. Esain aglutinaba a personas, sobre todo mujeres latinoamericanas, para mantener viva su cultura y también para adaptarse más fácilmente a la realidad navarra, tan lejana y diferente de la propia.
La cocina era una de las actividades que realizaban, en concreto en el convento del Servicio Doméstico en la plaza de Santiago. Sin embargo, la marcha de la congregación religiosa y el hecho de que la crisis económica llevara a muchas personas inmigrantes a regresar a sus países de origen hicieron que el colectivo se paralizara en 2012.
El pasado año, con fuerza renovada y con el apoyo del área de la Mujer del Ayuntamiento de Estella-Lizarra, nacía Cocina Fusión, centrada en la gastronomía. Actualmente el colectivo reúne a participantes de Ecuador, Venezuela, Argentina, Chile, Cuba, además de la participación de gente de Estella. Sus sesiones de cocina están abiertas al público general que, por tres euros, puede asociarse al colectivo y, por cinco, participar en cada una de las sesiones de cocina que se organizan en la casa de la juventud.
Al frente de la iniciativa están la presidenta Claudia Rocco Piñol, natural de Chile; la tesorera Adriana Romero Marineli, de Venezuela, y la vicepresidenta Esperanza Vidal Moreno, de Ecuador. Ellas dirigen las sesiones quincenales con la cocina como afición y la cultura latina como nexo de unión. “Unimos culturas a través del sabor. Queremos ser embajadoras de la cocina de nuestros países para darla a conocer y adaptarla también a la cocina navarra. Hay gente que va perdiendo sus recetas, a veces es difícil encontrar productos, pero queremos mantenerlas”, apunta Adriana Romero.
Más que baile
Para la presidenta Claudia Rocco las dos horas de taller de cocina suponen regresar a su tierra. “Cocinamos lo típico de nuestros países y lo compartimos con la gente. Nuestra cultura no es sólo salsa, bachata y merengue, también es gastronomía”, explica. La cocina latinoamericana, con sus diferencias entre países, comparte aspectos entre sí como el uso habitual de la harina de maíz y de otros productos básicos en su dieta como la yuca, la batata y el aguacate. “Están muy presentes en nuestras recetas, lo mismo que las frutas, que las utilizamos no sólo como postre sino en muchos otros platos”, añade.
El menú de las sesiones gastronómicas que acaban de empezar se decide de una cita para la otra. La reunión del jueves 10 tenía como objetivo la preparación de ñoquis de yuca con salsa de langostino; tequeños de Venezuela con queso y con chistorra con salsa rosa al aroma de piña y patacón con ajoarriero. “Son recetas con toque navarro, ahí está la fusión”, explica Adriana Romero. El ñoqui, realizado en la dieta mediterránea con patata, se transforma en ñoqui de yuca; los tequeños, tradicionalmente de queso, los preparan con txistorra y el patacón o plátano verde lo mezclan con el ajoarriero o el bacalao al pil-pil.
El tiempo compartido se pasa rápidamente durante la actividad. Erasmo Izquierdo, natural de Cuba y afincado en Estella desde hace cinco años, explica que la cocina tiene mucho interés para él; de hecho fue en Navarra donde se sacó el título de cocinero. “Vengo al curso para adquirir conocimientos sobre la gastronomía de otros países, sobre cómo se elaboran otros platos, también con influencia navarra, porque la gastronomía en mi país no es tan extensa. Aprendo cosas y también me socializo”, cuenta.
Para su compañera venezolana Neida Pérez, además de la oportunidad de conocer a otra gente, las sesiones le permiten descubrir sabores. “Sobre todo es interesante aprender a fusionar ingredientes y disfrutar de su combinación en el paladar”, explica.
Tras las explicaciones de las tres coordinadoras de la sesión, que muestran las recetas al resto de participantes, las citas gastronómicas terminan como no puede ser de otra manera: con la degustación de los platos recién preparados. ¡Buen apetito!
ASÍ ES
FUNDACIÓN. El colectivo ‘Cocina Fusión’ surge en 2015 de otro proyecto anterior, Esain, que dejó de estar activo en 2012.
CUOTAS. Los socios de Cocina Fusion pagan una cuota de 3 euros mensuales. Las sesiones en la cocina de la casa de la juventud, que se celebran cada quince días, tienen un precio simbólico de 5 euros para la compra de ingredientes y el alquiler del local.
JUNTA. Integran la junta la presidenta Claudia Rocco Piñol, la vicepresidenta Esperanza Vidal Moreno y la tesorera Adriana Romero Marineli.
REUNIONES. Los jueves, cada quince días. Desde las 17 hasta las 19 horas en la cocina de la casa de la juventud María Vicuña, situada en el sótano del edificio.
ENTREVISTA. CLAUDIA ROCCO. PRESIDENTA
“La gastronomía siempre une a la gente”
¿La cocina une?
Sí. Lo vemos aquí. Hacemos amistades y nos olvidamos si uno es español o latinoamericano. Si te gusta la gastronomía la nacionalidad da igual. La gastronomía siempre une a la gente.
¿Qué principales diferencias encuentras entre la cocina de tu país y la española?
En realidad la cocina chilena se parece bastante a la española. A veces cambian los nombres, por ejemplo las pochas de aquí puede ser el poroto granado de allí, sólo que lo preparamos con maíz molido. Una diferencia importante puede ser el uso de la fruta. Aquí cuesta introducir la fruta en las recetas, pero nosotros la utilizamos muchísimo en nuestros platos, sobre todo la piña.