El martes 10 de octubre presentaron una instancia en el Ayuntamiento de Estella-Lizarra para que llegara también al departamento de Transporte del Gobierno de Navarra mediante la que solicitan que se atienda su solicitud. Dicen los vecinos de la Merced que ha pasado ya mucho tiempo y que necesitan un medio gratuito que les acerque a Estella para poder ir al hospital García Orcoyen, al centro de salud y hacer las compras porque “en el barrio solo tenemos un bar, no hay ninguna tienda, y dependemos del centro”, explican.
La instancia, que fue apoyada y firmada por representantes de la práctica totalidad de los barrios de Estella, entre ellos el barrio de San Miguel, también afectado por el desvío de la línea, puede que, si no es posible el paso de los autobuses, sea un taxi o una ambulancia-taxi a coste cero los que cubran el servicio.
2,3 km de distancia
El acceso hasta los servicios médicos en la ciudad del Ega es una de las principales necesidades de los vecinos del barrio más alejado del centro. La distancia de 2,3 kilómetros la salvaban hasta el momento con el servicio del Tierra Estella Bus, que pasaba por la parada cada hora. “Mi hija necesita medicinas y tiene que acercarse al hospital todos los jueves y no tenemos cómo ir”, explica Mercedes Jiménez. “En mi caso, mi hija tiene esclerosis múltiple y no podemos movernos. Tampoco podemos pagar un taxi cada vez que necesitamos ir al médico. Hemos pasado mucho calor este verano y ahora nos preocupa que llegue el frío y que el autobús no lo vuelvan a poner”, cuenta Mª Carmen Hernández. “Mi hijo de 16 años tiene que levantarse a las cinco de la mañana. Trabaja en Tasubinsa y para coger el autobús que le lleva desde la estación de Estella al taller en Villatuerta tiene que ir andando solo a las seis de la mañana completamente a oscuras. Esto no puede ser”, destaca Socorro Amador.
El único autobús que llega al barrio de la Merced es el escolar, que traslada a los niños y niñas hasta el colegio Remontival. No cruza la avenida Pamplona, sino que desvía su ruta por Merkatondoa y entra al barrio por el término de Villatuerta. Es una de las soluciones que los vecinos piden para volver a tener servicio de autobús y para poder estar conectados con el centro de la ciudad. “Éste es un barrio de Estella también. Pagamos nuestros impuestos y se nos tiene que atender igual que a la plaza de San Juan”, apunta otra vecina.
Desde que comenzaran las obras del puente Fortunato Aguirre y se cortara el servicio, los vecinos del barrio de la Merced lamentan que el Ayuntamiento no les mantenga informados. La suspensión del servicio afecta igualmente a los usuarios de la residencia de Santo Domingo, ubicada junto al puente en obras.
Un trabajador de este centro y una de sus residentes se reunían con los vecinos de La Merced para compartir su enfado. El Tierra Estella Bus paraba dos veces por semana frente al edificio, lo cual ofrecía a los residentes de Santo Domingo autonomía para salir y hacer recados en el centro de la ciudad. Es el caso de Aurora Jiménez Arrieta, de 89 años. “Yo estaba acostumbrada a hacer mi vida. Me gusta ir a Estella y ver a las amigas y visitar los lugares donde he comprado. Ahora ya no lo puedo hacer. Aunque estoy muy a gusto en la residencia, me gusta salir y convivir y ahora me siento sin libertad”, expresó.
José Ángel Ízcue, trabajador de Santo Domingo, califica de “desidia” el corte del servicio de autobús sin haber establecido desde el primer momento soluciones alternativas a la movilidad de la gente mayor y con necesidades de los barrios por los que pasa el Tierra Estella Bus y de la residencia.
Los vecinos no han querido quedarse con los brazos cruzados. Esperan una respuesta a su instancia, mientras terminan las obras del puente, que se alargan.
Falta de limpieza
Los vecinos del barrio de la Merced consideran que viven en un lugar “abandonado” por el Ayuntamiento en muchos sentidos. Aseguran que es un barrio donde apenas llegan los servicios de limpieza, con un solar que almacena residuos voluminosos que “gente de fuera trae en el coche” y luego nadie retira, y que, además, solo se asea en vísperas de Todos los Santos. Los vecinos aseguran también que las instalaciones infantiles son muy deficientes en una zona en la que habita un buen número de familias con niños.
