El hecho de que el agua se conduzca por los dos ojos del lado izquierdo del puente genera, asimismo, que el caudal baje a mayor velocidad y que esté desgastando una de las columnas del puente.
Conseguida la autorización de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), la maquinaria de la empresa adjudicataria, Construcciones Osés, comenzaba los trabajos de retirada de material del lecho del río. Los sedimentos, acumulados como consecuencia de las crecidas, no se eliminan definitivamente, sino que vuelven al río y se redistribuyen en varias pozas identificadas previamente en un estudio diagnóstico.
Además, la vegetación valiosa se va a preservar para volver a ser plantada después de la retirada de sedimento, puesto que ayuda a la sujeción del suelo y del talud de la orilla. También se están retirando las especies invasoras. Los trabajos, con una duración de una semana, tienen para el Ayuntamiento un coste cercano a los 26.000 euros.
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