PRIMER PLANO – SARI MUÑOZ Y MIREN MORALES – Voluntarias del Centro Ordoiz.

PRIMER PLANO – SARI MUÑOZ Y MIREN MORALES – Voluntarias del Centro Ordoiz.

Sari Muñoz Jíménez y Miren Morales Zabalegui forman parte de un grupo de ocho personas, usuarias y profesionales, todas voluntarias, que colaboran desinteresadamente contra el estigma del trastorno mental en el Centro de Recuperación Psicosocial Ordoiz, en Estella. Durante este curso, al igual que en otros anteriores, han compartido sus vivencias personales mediante charlas con el alumnado de Educación Primaria y Secundaria de diferentes centros educativos. El objetivo del proyecto es sensibilizar, acercar la realidad de las personas con trastorno mental e informar sobre un sufrimiento, el psíquico, que lo puede experimentar cualquier persona en algún momento de su vida.

Las charlas en los centros escolares, ¿qué objetivos tienen?
Sari Muñoz (S.M.). Sensibilizar a la población para que se entienda que no somos diferentes, luchar contra el estigma y dar información porque la gente está muy desinformada y enseguida se nos pone la etiqueta.

¿Qué contáis a los chavales?
S.M. Vamos con un Power Point para ir explicando y ponemos también algún audio en primera persona contando nuestra historia personal. Es algo que tiene mucho efecto; de hecho, ha habido chavales que se han sentido identificados y se han llegado a disgustar.

Miren Morales (M.M.). Estamos convencidos de que el conocimiento y acercarnos nosotros mismos a las personas con nuestra experiencia es lo que hace que el estigma se reduzca. Algunos mensajes los consideramos fundamentales. En primer lugar, decir que no hay una diferencia visible entre las personas con un trastorno diagnosticado y cualquier otra persona y, si la hay, puede tener que ver con la medicación. Por eso, cuando los chavales escuchan los testimonios y se dan cuenta de que están hablando ellos, nos reconocen, ven que explicamos cosas, emociones, vivencias que no son extraterrestres, cosas que en mayor o menor medida las pasamos todos. Otra de las cosas importantes es que el trastorno mental casi nunca es una cuestión cuantitativa, casi todas las experiencias psíquicas, en mayor o menor medida, las podemos vivir en algún momento de nuestra vida.

S.M. Les ponemos ejemplos curiosos, y les decimos ¿alguna vez has ido de baldosa en baldosa sin pisar las rallas hasta el punto de sentirte mal si te salías? Pues eso es, en un grado grande, un trastorno obsesivo compulsivo. O ¿alguna vez has sentido la presencia de un ser querido que ha muerto? Les hablamos de excepciones, de sensaciones diferentes.

M.M. Y transmitir también la importancia de no banalizar la salud mental porque no todo el mundo tiene un trastorno. Una ansiedad forma parte de la vida, pero una persona necesita ayuda cuando algunas cosas cotidianas no las puedes manejar.

¿Es fácil detectar una enfermedad mental?
S.M. Yo hablo desde mi experiencia. Si un día me noto que bajo un poco, me doy cuenta enseguida. La primera vez, con 25 años, fue horroroso. Yo no lo detectaba, no reconocía que estaba ni un poco mal, mis padres tuvieron que luchar mucho para convencerme y me llevaron al psicólogo.

M.M. Parece que un trastorno mental es una cosa y cuando me encuentro mal es otra cosa, solo estoy mal, pero el sufrimiento psíquico es la vida. Si hay un sufrimiento psíquico hay un malestar mental que puede llegar a identificarse con un trastorno, pero da igual, hay quien no tiene un diagnóstico, sino un sufrimiento psíquico que le impide controlar sus áreas cotidianas. Cuando ves que no puedes ir al colegio o al trabajo o que hacer la compra se hace especialmente duro, es momento de pedir ayuda. La gente no pide ayuda antes porque hay una concepción de que tener un trastorno y encontrarte mal son cosas diferentes. La clave está en prestarle atención al sufrimiento psíquico.

¿Qué respuesta obtenéis de los chavales en los centros escolares?
S.M. Positiva. Al finalizar les pasamos una encuesta de satisfacción, en alguna ocasión nos han escrito ¡qué valientes!, porque vamos y lo contamos. Durante las charlas, en cualquier momento pueden preguntar lo que sea, algunas clases han participado más y otras no tanto, depende también de la edad.

¿Qué importancia tiene visibilizar las enfermedades mentales?
S.M. Es muy importante para desestigmatizar, ese es nuestro cometido. Es muy importante que la gente esté informada, que sepa lo que son los trastornos y que vea que somos personas normales con un sufrimiento mental.

¿Qué relación existe entre el bullying y un trastorno mental? ¿Qué viene antes?
S.M. Una persona con bullying tiene muchas posibilidades de desarrollar una enfermedad mental consecuencia del estrés.
Percibimos en los colegios que hemos estado que hay mucha necesidad de formación, de tratamiento, aunque cada colegio tendrá sus propios protocolos para trabajar casos de bullying.

¿Qué consejo dais a un chaval que se siente mal y que puede tener problemas de salud mental?S.M. Que lo comparta, bien con algún amigo, porque el amigo se lo puede decir a los padres, o bien con un profesor o con un entrenador, porque parece más fácil que decírselo directamente a los padres.

M.M. Que comparta lo que le pasa, que pidan ayuda, y es importante acostumbrarse a hablar de emociones en los diferentes ámbitos de la vida. Hay gente que tiene facilidad para ello, pero también hay chicos que no saben cómo hacerlo porque nadie a su alrededor habla de ello.

¿Se educa suficientemente en el tema de las emociones hoy en día, qué papel juegan los centros escolares en una detección temprana?
M.M. Quizá puedo devolver la pregunta así, ¿pensamos que una educación en valores y emociones hubiera prevenido nuestro sufrimiento psíquico de alguna manera?

S.M. Pues sí, yo concretamente no tuve a nadie a quien decirle cómo me sentía. O no sabía, porque me tocó de muy joven.

M.M. Yo creo que nuestros padres no estaban educados en emociones. No recuerdo que a mí me hablasen de emociones. Es muy importante en los colegios y en las familias tener un lenguaje emocional, que hablar de emociones sea algo normal y forme parte de la vida. Como padres debemos poder relacionarnos con nuestros hijos de manera emocional desde que son muy pequeños, no sólo cuando ya razonan.

¿Qué dificultades encuentra en su día a día una persona con enfermedad mental?
S.M. Yo personalmente no tengo auto estigma, pero la mayor parte de la gente lo tiene. Depende de cada persona. Yo lo tengo superado ya, pero a mí el trastorno me ha hecho quedarme en casa, no socializar, meterme en mí misma y cerrarme al mundo.

M.M. Pienso que las dificultades doblan o triplican el malestar, sobre todo en zonas rurales. Cuando debuta el trastorno, en la mayoría de los casos todo tu proyecto se trunca. Y te ves con un estigma, con una situación que hace tanto daño como el propio trastorno. Cuando uno se recupera y puede desarrollar trabajos, igual ha tenido que cambiar su profesión, te encuentras con que a las empresas les da igual cómo te desenvuelvas, mucha gente pregunta si la discapacidad es física o psíquica. Si es psíquica, te preguntas qué tienes, y si no contestas no te cogen y si contestas tampoco. La discapacidad psíquica está mucho más estigmatizada todavía que la física, incluso que la intelectual.

¿La recuperación es posible?
M.M. Queremos hacer ver que la recuperación es posible. Tomar una pastilla o no tomarla no es lo que define que uno está bien o mal. La estabilidad, estar bien y poder de­sarrollar tu vida es posible.

S.M. Yo vine a Ordoiz, estaba hecha polvo, poco a poco me he ido recuperando y hoy en día vuelvo a ser una mujer con personalidad, he vuelto a recuperar lo que yo era y he vuelto a trabajar, aquí. A Ordoiz se lo debo todo, le debo volver a ser persona.

¿La pandemia ha agravado las enfermedades mentales? ¿Ha sido la pandemia un punto de inflexión en algún sentido?
S.M. Yo creo que la pandemia ha puesto un poco en evidencia lo que ya había. Con la pandemia mucha gente ha caído. Los que estábamos bien lo hemos pasado muy mal, yo no podía ni caminar, perdía fuerza en las piernas. Somaticé.

M.M. Por otro lado, hay algunas personas, y no pocas, que se han sentido muy bien durante la pandemia, porque había otras personas que estaban en la misma situación que ellos, yo no salgo, tú tampoco, y se encontraban con más comunicación de WhatsApp y tecnologías. El sentirme raro es un componente de malestar psíquico obvio y algunos durante la pandemia dejaron de sentirse diferentes. Por otro lado, como consecuencia de la pandemia, la salud mental se ha visibilizado, se ha puesto en las agendas políticas, pero habrá que ver, porque una cosa es hablar de prevención y otra cosa es aumentar los presupuestos.

¿Qué mensaje lanzáis a las personas que necesitan ayuda?
S.M. Que lo compartan.

M.M. Decirles que es humano. El sufrimiento psíquico es tan malo como tener un problema de corazón, y debe ser una cuestión igual de admitida. Hay que romper el miedo creado por cuestiones culturales.

S.M. Juntos lo conseguiremos. En la lucha estamos.

Acciones de voluntariado en el Centro

El programa de charlas en los centros escolares es tan sólo una de las iniciativas que aborda el grupo de voluntarios vinculado con el CRPS Ordoiz en Estella. Cabe destacar también el servicio de atención e información al peregrino en el centro, ubicado en la entrada de Estella en pleno Camino de Santiago, la organización de la carrera San Silvestres el 31 de diciembre y la participación en campañas como la del 25 de noviembre, en contra de la violencia de género, que prepara el área de Igualdad del Ayuntamiento de Estella-Lizarra.

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