Zabala recogió la Estrella del Deporte 2020-2021. Profesor de Ciencias del Deporte en la Universidad de Granada, explica la importancia y el valor del deporte base en la sociedad y reconoce el trabajo de mucha gente, con la que él creció, dedicada desinteresadamente en cuerpo y alma a la práctica deportiva en Tierra Estella.
¿Cómo has recibido este premio?
Muy bien, de forma especial por muchas razonas. Me ha conectado con muchas cosas del pasado, me ha traído muy buenos recuerdos y me ha reencontrado con personas especiales. Ponerlo todo junto en un día en el que también se ha reconocido a otra gente por el deporte que le ha tocado practicar, ha sido muy bonito. También he podido compartir la experiencia con mi familia y con la gente que me ha seguido.
¿Pensabas que podría ser tu nombre el elegido?
Si estás nominado, dentro del bombo, es porque hay una doceava parte de posibilidades. Pero es muy difícil comparar méritos de unos y otros. Por eso no hay uno, dos o tres ganadores, cualquiera de las personas que estábamos ahí éramos merecedoras del reconocimiento.
Te desplazaste expresamente a Estella desde Granada, ¿vienes mucho?
Suelo venir siempre que puedo. Cuando me enteré de la nominación decidí venir para estar con la familia, hacer cosas pendientes e incluso turismo por Navarra.
¿Cómo valoras desde la distancia el tejido asociativo deportivo que existe en Tierra Estella?
Creo que Navarra, junto con el País Vasco, es una Comunidad privilegiada en cuanto a práctica deportiva, en comparación con otras, sobre todo en lo que yo conozco, el ciclismo, pero también en otras disciplinas. Esa cultura deportiva es algo que hay que seguir alimentado porque cada vez se hace más deporte “para viejos”. Hay mucho deporte popular, necesario y demandado, pero no hay que olvidarse de fomentar la cultura del deporte desde la base. No solo porque sea bueno para la salud, sino por los valores implícitos. La cultura deportiva enriquece mucho a la sociedad.
¿Se reconoce suficiente la labor desinteresada que hace posible la existencia de clubes de deporte base?
A veces se debería reconocer más. La suerte que tenemos es que muchas veces el deporte es una filosofía de vida, una actitud, por lo que muchas personas se dedican desinteresadamente para que otros compitan. Hay que tener en cuenta que hacen falta gestores, directivos, entrenadores para que un club sea posible y es una dedicación amateur y romántica. Es gente como Balbino Lana. Yo me acuerdo de él cuando participaba en el Campeonato de Fútbol Sala. Es profesional del deporte pero también ha arrastrado a mucha gente y ha puesto de su tiempo para que todo funcionara. Hay mucha gente en la trastienda que aporta mucho.
¿Qué responsabilidades tiene el deporte base hoy en día?
Más que responsabilidades tiene aportaciones por hacer. Tiene un potencial muy grande y hay que seguir regándolo. La sociedad cambia. Las redes han irrumpido con fuerza, el sedentarismo es una consecuencia del bienestar y hay que seguir manteniendo la cultura del deporte. Por eso es tan importante contar con personas voluntarias y románticas. El deporte aporta mucho a la sociedad, tanto que si se practicara más descendería el gasto sanitario una barbaridad.
¿Se hace más o menos deporte que cuando eras pequeño?
El deporte está muy de moda ahora mismo, particularmente el sector de la bici, que es uno de los más potentes comparativamente. A pesar de la pandemia, los números del sector de la bici a nivel económico han crecido y también existen muchas competiciones populares y de veteranos. A veces en muchas Comunidades se olvida la importancia de las carreras en deporte base. Navarra y, en general la zona norte, no lo están acusando tanto como otros lugares, donde sí es más preocupante.
¿Por qué la práctica deportiva es importante desde la infancia y la juventud?
Porque es una filosofía de vida, algo que se debe vivenciar y hacer propio. Está el tema de la salud y también los valores. La infancia y la juventud son fases de formación de la persona y es el momento de incorporar el deporte.
Luego, más tarde, pueden llegar momentos, por cuestiones profesionales, por ejemplo, donde el deporte pueda quedar más de lado; pero quien lo tienen interiorizado siempre lo retoma cuando puede. Cuando se mantiene la actividad física se rinde más a todos los niveles.
Como profesor universitario en Ciencias del Deporte, ¿qué lección fundamental enseñas a tus alumnos?
La suerte que tengo y lo que más me realiza es que formo a formadores. Es una manera de dispersar la semilla e intento trasmitirles una filosofía de entender la profesión. Doy por supuesto capacidades específicas, y que son buenos entrenadores, pero si no lo entienden con responsabilidad educativa no sirve de nada. Defiendo el fair play y los valores.
¿Se está perdiendo el fair play?
No sabría decir. Sí es verdad que hay que ser muy cuidadosos. Por eso la importancia del deporte base, que es vehículo para inculcar que el fin no justifica los medios. Los referentes que hay en el deporte a veces no son todo lo modélicos que quisiéramos o se toma como ídolo a quien precisamente no es un crack en humildad. A veces vende más el postureo o una salida de tono, por lo que no se valora lo verdaderamente valioso.
No es que se haya perdido el fair play, pero hay que poner mucho cuidado para que no ocurra. El concepto del éxito se relaciona con un cargo, con dinero y este concepto del éxito se tiene que revisar. El fracaso forma parte de la vida.
Dedicaste el galardón a tus padres y a todos los padres presentes en la sala, ¿qué les dirías a quienes persiguen el éxito de sus hijos?
A veces la buena voluntad no es suficiente y se equivocan muchísimo. Les diría que se dejaran asesorar por gente cualificada y que vieran a sus hijos de forma más aséptica, que no se dejaran llevar por el hooliganismo perdiendo la objetividad. Los padres tienen que tomar distancia para que los niños sean más autónomos, creer en ellos pero, por encima de todo, dejarles disfrutar. La presión sicológica, sobre todo en las redes sociales, es insoportable.
Has practicado otros deportes, ¿por qué te quedaste con la bicicleta?
Hice atletismo con el Iranzu y gané carreras. También ciclismo. Y mi hermano Javier y yo practicamos sobre todo motocross, desde críos, además del fútbol. Cuando empezó la Mountain Bike fuimos de los primeros en practicarlo y también ocurría que Roberto Lezaun es pariente y ha sido un referente importante en nuestra vida, en lo deportivo y en lo humano por su humildad.
Luego estudié Ciencias del Deporte y me surgió la posibilidad de ganarme la vida con la BTT. Empecé como preparador físico, he conocido todas las modalidades de bicicleta y el ciclismo me pareció la mejor manera de ganarle la vida que con el motocross. También creo que la bici está en el ADN de nuestra familia.
