
…a escalar
En la localidad de Erául, en el valle de Yerri, se encuentra una de las escuelas de escalada más relevantes de Navarra. A lo largo del año, son cientos los escaladores que se acercan a esta zona de Tierra Estella para practicar la escalada. Hay tres sectores marcados, que son Baragorria, Altikogaña y Lazkua. Esta cuadrilla de amigos de las localidades de Arbizu, Lacunza, Bacaicoa y Torrano eligió el sector de Altikogaña para disfrutar de un día de deporte al aire libre y como un lugar idílico para el reencuentro tras el confinamiento. “Es una escuela muy buena de grado medio, con una roca propicia para practicar la escalada. Las vías están bien marcadas y todas llevan su nombre a pie de vía. La zona está bien para invierno, otoño y primavera, la verdad. En verano hace más calor y es mejor ir a las mañanas. Además, el entorno es muy bonito y tranquilo”, destacaba la cuadrilla de Sakana, que después de dos meses de confinamiento disfrutó de un espléndido día de escalada. “Algunos nos apañamos en casa con inventos para poder entrenar durante el confinamiento”, explicaban. Esta cuadrilla de escaladores también suele acudir a practicar este deporte a Larraona, donde reconocen que las peñas están bien acondicionadas y que es una zona muy bonita para escalar en las inmediaciones de Urbasa.
…de despedida de solteras
¿Qué mejor lugar que celebrar una despedida de solteras en Tierra Estella? Esta cuadrilla de amigas de Pamplona eligió la localidad de Eulz, en el valle de Allín, para celebrar la despedida de soltera de Maite Medina. “Decidimos darle una sorpresa juntándonos las amigas en una casa rural, después de comprobar que éramos todas negativas en Covid-19. Elegimos Eulz porque nos pareció un sitio muy bonito y con buenas posibilidades para pasar el fin de semana”, explicaban las componentes del grupo. Maite Medina tenía previsto casarse en el mes de abril con Ben, que es inglés, en Gibraltar y después, el 20 de junio tenían pensado celebrar la ceremonia en el Molino de Burlada. A raíz de la crisis sanitaria, han tenido que posponer la boda ya que tampoco podían venir los invitados ingleses, y todavía no tienen una nueva fecha prevista. “No contemplo una boda sin abrazos, así que hasta que no podamos abrazarnos, no la celebraremos”, aseguraba Maite. Durante el fin de semana disfrutaron del paisaje de Eulz, del río y sus alrededores, visitaron el camping de Artaza y también se desplazaron hasta Erául para disfrutar de unas ricas pizzas. ¡Viva la novia!