Días de agua, bajas temperaturas, viento y nieve. Así se resume la climatología de los últimos días que dejó estampas típicamente invernales, sobre todo en lo que a nieve se refiere. Aunque la capital de la Merindad no vio ni sus calles ni sus tejados teñirse de blanco, sí que lo hicieron los montes de alrededor y los pueblos que alcanzaban cierta altura, era el caso de Lezáun, como muestran las fotos. El agua y la nieve han tenido su repercusión en los ríos. El Ega sufría varios días de crecidas, pero sin llegar a nivel de alerta. En el mediodía del jueves 10 de marzo, de 12 a 14 horas, se producía la mayor avenida, con un nivel de 3’04 metros y un caudal de 122’68 m3/s.