Medidas de seguridad y restricciones modifican la celebración de Todos los Santos

Medidas de seguridad y restricciones modifican la celebración de Todos los Santos

Las visitas a los cementerios están limitadas a grupos de cuatro personas manteniendo las distancias y con mascarilla. Se recomienda no acudir el fin de semana y evitar las horas de mayor aglomeración

La situación de crisis sanitaria obliga a una celebración de Todos los Santos diferente. Este año, quienes se acerquen hasta los cementerios deberán seguir una serie de recomendaciones u obligaciones establecidas en la Orden Foral del 21 de octubre. La primera de ellas es evitar en la medida de lo posible el acceso a los camposantos los días 31 de octubre y 1 de noviembre, jornada en la que están prohibidas las labores de limpieza y el depósito de flores. Las reuniones familiares no podrán superar las cuatro personas y se deberá permanecer el tiempo mínimo imprescindible siguiendo todas las medidas de seguridad, como el uso de mascarilla y el distanciamiento interpersonal de 1’5 metros.

Según la Orden Foral, el aforo a los recintos se reduce a una persona por cada tres metros cuadrados del espacio libre del cementerio. Cada camposanto informa a su entrada mediante carteles el aforo máximo permitido, en Estella el aforo es más restrictivo incluso de lo que marca la Orden. Todo ello en beneficio de la seguridad.

Como en años anteriores, el Ayuntamiento de Estella-Lizarra ha habilitado el aparcamiento de la antigua fábrica de Agni y ningún vehículo podrá acceder al cementerio, salvo aquellos que trasladen a personas con movilidad reducida.

En el lado derecho de la cuesta de subida se ha señalizado una zona para peatones y otra zona de bajada en el lado izquierdo. Por el centro de la carretera circularán los vehículos. También se van a colocar mesas informativas con biogeles en los accesos al cementerio ­durante el fin de semana de Todos los Santos, es decir, el sábado 31 de octubre y el domingo 1 de noviembre.

Actividad los días previos
Los días previos al fin de semana, la actividad ha sido constante. Por un lado, los trabajadores de la brigada de Servicios y la cuadrilla del Empleo Social Protegido se han encargado de limpiar, desbrozar y acondicionar el entorno, los accesos y las zonas comunes del cementerio. Los trabajadores del Empleo Social Protegido han realizado también diversas actuaciones en el barrio de la Merced, incluidas en el Plan de Barrios que ha puesto en marcha el área de Servicios del Ayuntamiento de Estella-Lizarra. Entre otras actuaciones, se ha arreglado el parque infantil, repuesto baldosas y alcorques, rebajado alguna acera y se han limpiado aceras y pintadas en varias paredes, en este caso a cargo de personal de la empresa Cespa.

Por otro lado, la semana previa a Todos los Santos, e incluso los días anteriores, el trasiego se ha producido con cierta constancia en el camposanto Estella por parte de vecinos que han acudido a limpiar y acondicionar sus panteones y nichos, además de colocar las flores, en este caso en fechas más próximas al fin de semana. Cabe recordar que la Orden prohíbe el depósito de centros durante los días clave, tanto el 31 de octubre como el 1 de noviembre.
Respecto a las celebraciones religiosas al aire libre que habitualmente se realizan en el cementerio, este año han quedado suspendidas. El párroco de San Juan, San Miguel y San Pedro, Javier Resano, explica que la distancia interpersonal que hay que cumplir obligaba a tomar la decisión de cancelarlas este año. “Pero misas va a seguir habiendo. El domingo, las habituales en las tres parroquias, y el lunes día 2, se oficiarán a las 18 horas en San Pedro y en San Miguel y a las 19 horas en San Juan”, informó.

 

Preparativos y depósito de flores con mayor antelación

La cita señalada de Todos los Santos está ahí, no se puede mover en el calendario y es difícil renunciar a una tradición que acerca a los seres queridos en una jornada especial. Sin embargo, la situación de crisis sanitaria consecuencia de la propagación del virus de la Covid-19 ha obligado a tomar precauciones que en la mayoría de los casos se han seguido y se seguirán al pie de la letra. Es el caso de la antelación tomada a la hora de preparar panteones y nichos y de colocar las flores.

Mª Carmen Aramendía Martínez

“Suelo venir al cementerio de vez en cuando durante todo el año, cuando me apetece. Antes solía venir todos los primeros de mes, pero ya no lo hago. Lo que toca ahora es un poco de limpieza y quitar las malas hierbas. He venido en un primer momento para ver cómo estaba el panteón y veo que necesito volver con una azada y algo más de herramienta para podar. El rosal me está dando más trabajo del que pensaba y con las tenazas que tenía en el coche no es suficiente. En cuanto a las flores las traeré también esta semana, tengo de casa. Las pondré antes del fin de semana, como hay que hacerlo este año”.

Conchi Usubiaga y José Manuel Escudero

“Toca limpiar de cara a esta fecha porque la verdad es que no solemos hacerlo durante el resto del año. Ahora venimos por tradición para adecentar el panteón, ya que tienes a tu gente querida, pero pienso que de ellos hay que acordarse día a día. Las tareas consisten en retirar los matojos y barrer. Cada tres años suelo pintar las cadenas y las letras, pero este año no ha hecho falta. En el fondo me gusta venir porque estás un rato y te sientes con las personas que no están. Pienso que hay que normalizar el tema de la muerte porque cuando acabamos todos venimos aquí”, explicó Conchi Usubiaga. El depósito de flores lo haría el viernes 30, con dos días de antelación.

Antonio Muñoz Ibáñez y Mª Jesús Luzuriaga Ulibarri

“El día 1 no vamos a venir por el tema de la Covid, pero hemos decido bajar hoy (por el miércoles 28) para colocar los centros de flores. Vinimos también ayer para ver cómo estaba todo, el Ayuntamiento se ha encargado de limpiar un poco y de pasar el rastrillo por la tierra. Hoy colocamos los centros tanto en el panteón de mi mujer como en el de mi familia, que está enterrado mi hermano. Desde que él murió venimos todos los primeros domingos de mes, por costumbre, y nos quedamos muy satisfechos. Como no somos de los que nos acercamos únicamente una vez al año, si no venimos el 1 no pasa nada”.

Flores. Una campaña de Todos los Santos más larga de lo habitual


Campaña atípica la que están viviendo las floristerías. La incertidumbre sobre la situación en Navarra, en concreto sobre la decisión de mantener abiertos los cementerios o de cerrarlos, ha tenido en vilo al sector con un balance finalmente satisfactorio.

A ello se refiere Miren Maestresalas López de Dicastillo, de Inzura Productos Agroganaderos, una de las empresas dedicadas a la venta de flores en Tierra Estella. La profesional destaca como principal diferencia con respecto a años anteriores que la campaña en esta ocasión se ha adelantado y extendido en el tiempo. “Lo que suele ser una semana, este año están siendo dos e incluso tres. Los bandos de los pueblos sobre la limitación de aforos en los cementeros y la prohibición en Estella de dejar flores durante el fin de semana. Han hecho que la gente se reparta más en la compra de flores”, explica. El volumen de venta, sin embargo, ha sido parecido al de otros años. “Estos días casi de víspera deberíamos estar a tope, pero es que lo de a tope ya lo hemos vivido”, añade.

La incertidumbre también ha marcado estos días de trabajo en el sector de las flores. “Hemos sentido un poco de miedo por las medidas que se pudieran aprobar sobre todo aquí en Navarra, por nuestra situación, y porque han cambiado continuamente. Ha sido difícil calcular la compra de flores y hemos ido al día. Pero al final se ha podido trabajar”.

El crisantemo y, en el caso de este establecimiento, el centro de flor viva son las principales demandas de los clientes. “El centro de flor viva está formado por seis o siete tipos diferentes de flores de temporada, de invierno, que no se cortan, van en tierra. Su ventaja es que duran en los cementerios meses”, añade Maestresalas.

Menor producción

Ana Aedo, de Floristería Cúrcuma, coincide al afirmar que la campaña de Todos los Santos de 2020 se ha caracterizado por la antelación con la que la gente ha hecho sus encargos. “Había miedo de que se cerrasen los cementerios y la gente quiso asegurar su centro. También están los casos de aquellas personas que lo han dejado para el final, por si se cerraban”, explica la florista de Estella.

En cuanto al volumen de ventas y de encargos recibidos, no ha variado apenas con respecto el año pasado. La excepción puede ser la venta de flor de manera más improvisada, sin encargo, porque mucha gente ha decidido no ir al cementerio.

Por otro lado, añade Aedo, que el sector se ha visto algo afectado por una menor producción de flor consecuencia de la pandemia y el confinamiento, cuando muchos viveros paralizaron su actividad y no plantaron. En cuanto al tipo de encargo para estas fechas se mantiene tanto el centro plantado en tierra como el ramo, la mejor manera de poner color y alegría en los cementerios, máxime en estos momentos.

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