Mayo sin fiestas, ferias, romerías, ni otras celebraciones

Mayo sin fiestas, ferias, romerías, ni otras celebraciones

Con resignación y ganas contenidas, las citas populares de Tierra Estella esperan por segundo año consecutivo el final de la pandemia

Mayo es un mes especial en el calendario. Es mes de primavera florida, el mes de la Virgen y mes de citas populares cuando el verano se empieza a sentir cerca. En mayo los pueblos de Tierra Estella se visten de fiesta para organizar eventos que les dan vida. Más de un año ha pasado sin romerías, sin ferias agroalimentarias, ni otros eventos multitudinarios que sirven para hacer pueblo, para unir a los vecinos en torno a degustaciones populares, comidas de cuadrilla y actividades culturales. ¡Qué lejos queda aquello! Aunque ya falta menos para que todo vuelva.

Alcaldes de diferentes localidades de Tierra Estella –Estella, Dicastillo, Villatuerta, Murieta y Los Arcos- corroboran las ganas por celebrar cuando la situación lo permita. Las diferentes programaciones hubieran servido para levantar el ánimo de los vecinos y para atraer visitantes, pero las cosas son como son. La resignación es la palabra común. Toca esperar.

Estella se queda sin El Puy; Dicastillo sin el Día del Espárrago; Murieta no iza el Mayo y Villatuerta y Los Arcos suspenden sus actos de veneración a la Cruz de Mauriáin y San Gregorio Ostiense

En Estella, el Ayuntamiento ha echado para atrás diferentes solicitudes de feriantes y mercadillos para instalarse en fechas próximas al 25 de mayo. Explica el alcalde, Koldo Leoz, que ni el Ayuntamiento ni la quinta que este año se encargaría de la organización de un parte de la programación, la juvenil, van a organizar nada. “No queremos dar la mínima impresión de ambiente en las calles porque seguimos en pandemia. Un porcentaje muy elevado de la población está aún sin vacunar y la ocupación en UCIs es muy alta, por lo que no vamos a generar ninguna situación que favorezca la trasmisión del virus. Aunque todos tenemos mucha ganas y estamos cansados, hay que seguir haciendo este esfuerzo colectivo”, expresa.

No sólo la población arrastra las consecuencias de la falta de socialización y el cansancio fruto de la incertidumbre. El sector hostelero de la ciudad, el económico en general y también el cultural son grandes afectados del parón festivo. “Que no haya fiestas es una faena para el sector hostelero y también una pena por los jóvenes de la quinta que no van a poder disfrutar de su año organizando cosas. Es una lástima porque la juventud pierde la oportunidad de vivir cosas bonitas propias de la edad, como todos hemos vivido”.

La no presencia de colectivos culturales en la ciudad en las fechas significativas dejará patente que la fiesta tiene que esperar. “Ahora que no están es cuando más nos damos cuenta de su labor en el día a día. Qué triste está la ciudad, qué vacía sin su aportación altruista que da vida a las calles. Cuando vuelvan sabremos que todo esto ha pasado”.

El primer edil llama a la prudencia en las próximas fiestas del Puy, especialmente cuando el Estado de Alarma se ha levantado. “Confío plenamente en la ciudadanía. Aunque se han relajado las medidas, la gente ha demostrado estar a la altura de las circunstancias”.

Sin Feria del Espárrago

Sin su Feria del Espárrago se queda también este año el municipio de Dicastillo. La cita más importante de su agenda cultural, social y turística se celebra habitualmente el segundo domingo de mayo para rendir homenaje a un producto que genera actividad económica en el municipio. Los temporeros hace semanas que llegaron a los campos y el espárrago a las mesas, pero la fiesta que rinde tributo al oro blanco de Navarra queda en barbecho.

El alcalde de la localidad, Mikel Azcona, asegura con resignación que el pueblo lo tiene asumido. “A principio del año valoramos organizar algo distinto, estudiamos fórmulas online y actividades con aforo restringido, pero llegamos a la concusión de que se perdía la esencia de la cita popular y acogedora que es. Si no se pueden visitar nuestras bodegas, catar el espárrago y visitar el pueblo porque no se da la situación, es mejor dejarlo para otro año”.

El Ayuntamiento ha de ser ejemplo de prudencia, por lo que los eventos, también las fiestas de San Isidro, han quedado cancelados en todos sus formatos. “Es una verdadera pena, como ya lo fue el pasado año, cuando se suspendió por primera vez la Feria del Espárrago. Para Dicastillo es un referente, es el evento más significativo por su repercusión turística. En este día los vecinos suelen invitar a amigos y conocidos y lo disfrutan mucho”, explica.

Se pierde también este año, confiando en que guarde fuerzas, el espíritu colaborativo que caracteriza a la cita y a la localidad. Más de cuarenta personas se implican en la preparación del espárrago, en servirlo, en abrir, limpiar y acondicionar las ­bodegas y en otras labores de coordinación. “Dicastillo es un pueblo muy colaborador, siempre contamos con voluntarios con ganas de hacer cosas y con asociaciones que están ahí. Las ganas para el año que viene son brutales”, asegura el alcalde.

La tradición ancestral
del izado del Mayo

Tradición antigua de origen pagano, el levantamiento del Mayo consigue unir a los vecinos de Murieta con un objetivo común: cortar un chopo en la orilla del Ega y trasladarlo a pie en comunidad hasta el frontón del pueblo. La tarea más ardua, la del traslado e izado, se realiza el 1 de mayo. El 30 de mayo, se retira. El Mayo, ritual que pide protección para las cosechas, también se mantiene vivo en otras localidades de Tierra Estella como San Martín, Larraona y Zudaire.

La tradición en Murieta dicta que como ‘mayo’ se ata un muñeco relleno de paja con un mono azul de trabajo. Cuanto ha pasado el mes, se baja y se quema por ser el responsable de los males que hayan acaecido durante el año en la localidad. La quema del ‘mayo’ representa, asimismo, el punto final de las fiestas pequeñas de Murieta.

Explica la alcaldesa, Yurema Lana, que la tradición se sustenta sobre los valores del trabajo en equipo y la colaboración, por lo que el Ayuntamiento tuvo también que suspenderla este año. “Llegan estas fechas y en Murieta falta algo. Es una pena que estos dos años se tenga que dejar de hacer, pero se recuperará sin ninguna duda”.

La primera edil transmite las ganas de los vecinos por recuperar la normalidad, algo que se podrá ir haciendo poco a poco. “La gente está cansada, con ganas de relacionarse, de recuperar la vida social, el vermú. Se nota en el ambiente. Siendo realistas, las fiestas de agosto tampoco se van a poder organizar. Pero el Ayuntamiento trabaja en el diseño de un programa de verano para que haya actividades aisladas que ofrezcan aliciente y ocio a los vecinos”.

Canceladas las romerías
de El Puy y Mauriáin

Dos romerías celebra Villatuerta cuando llega mayo: la subida a la basílica de El Puy en Estella con intercambio de varas y la de la Cruz de Mauriáin. Para entonces, los vecinos ya han vivido, en tiempos de normalidad, sus fiestas de San Veremundo, muy valoradas en Tierra Estella por sus espectáculos taurinos y por ser de las primeras. Mientras que la edición del pasado año se quedó fuera del confinamiento domiciliario, en este 2021 se suspendió.

Con pena, la alcaldesa de la localidad, María José Calvo, tuvo que anunciar también hace unos días la suspensión de las romerías de mayo, aunque la noticia no pilló a nadie por sorpresa. “Al Ayuntamiento le da pena tener que suspender este tipo de actos, pero la gente está ya resignada. Sabemos que tiene que ser así durante un tiempo, sin aglomeraciones. La gente lo entiende y respeta las limitaciones”. Pero, la resignación no está exenta de desilusión. “Se mantiene hasta que se acerca el momento y toca suspender. Pero no se puede hacer otra cosa. Ya nos gustaría, pero no toca celebrar”.

Describe la primera edil que en un año normal mayo es sinónimo de vida y alegría en el municipio de Villatuerta. “Pasan ya muchos peregrinos, llega el buen tiempo, las romerías, los chicos salen más a la calle. Mayo es punto de inflexión, pero este año es otra cosa”, dice.

Los alcaldes destacan la repercusión económica de
la continuada cancelación de eventos en el sector servicios

Las romerías de la Virgen del Puy y la Cruz de Mauriáin aportan a Villatuerta el valor de la tradición y la posibilidad de relación entre los vecinos en el ambiente más distendido. “La romería hasta El Puy la gente la hace muy a gusto, también es bonito el intercambio de varas con el alcalde de Estella. La de Mauriáin quizá es más festiva y también más íntima. Los vecinos van hasta la Cruz y comemos allí. Ambas crean el espíritu de hermandad entre los vecinos de Villatuerta”.

Una agenda de actividades asoma en el horizonte de la vida cultural del municipio que, previsiblemente, es la recomendación, tampoco disfrutará este año de sus fiestas patronales en torno al 15 de agosto.

En romería hasta San Gregorio

El 24 de mayo, Pentecostés, era este año el día señalado para que los vecinos de Los Arcos celebraran su tradicional romería hasta la basílica de San Gregorio Ostiense. Es una de las citas más importantes del calendario arqueño, cuando se produce el simbólico intercambio de varas entre los alcaldes de Los Arcos y de Sorlada.

No sólo la subida hasta la basílica para presenciar el acto institucional, participar en la misa y en la procesión y comer ranchos en familia se queda en el tintero por segundo año consecutivo. También se suspende la programación más amplia de unas fiestas que hubieran arrancado el viernes anterior y que habitualmente incluyen actos taurinos, conciertos y multitud de razones para el encuentro. En la programación, también el deporte tiene su espacio con la celebración de una subida en bici hasta la basílica.

El alcalde de Los Arcos, Javier Chasco, considera la Romería a San Gregorio Ostiense como uno de los momentos más esperados por los vecinos. “Cuenta con mucho arraigo en la villa. Romerías de este estilo que tradicionalmente eran los lunes se han trasladado en otros pueblos al fin de semana para que la gente pueda acudir. En Los Arcos se mantiene la tradición del lunes, la gente hace un esfuerzo extra por juntarse y cuenta con un buen número de participantes”.

La romería adoptó a finales de 1990 el formato de fiestas pequeñas con un programa más amplio con gran impacto en la economía local. “El sector hostelero y de servicios está como está y la suspensión de las fiestas es una gota más que va desbordando el vaso”, reconoce el primer edil.

En cuanto al ánimo en la villa, los vecinos echan de menos el encuentro sin limitaciones con sus vecinos y familiares. “Se ve el cansancio y la ganas de salir entre la gente joven, con toda la energía que trae la juventud. Se percibe resignación, porque sabemos que esto es lo que ha tocado. Deseamos que la normalidad vaya llegando conforme avance el plan de vacunación y estemos en condiciones de celebrar. Mientras tanto, hay que tomar las decisiones que correspondan con responsabilidad y prudencia”, añadió Chasco.

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