
Una rueda de prensa servía para reunir a las partes firmantes. Por un lado, el responsable de los Capuchinos en España, Benjamín Echeverría, y el director de la ONG de los Capuchinos, Sercade-Servicio Capuchino para el Desarrollo y la Sostenibilidad, Xabier Parra, y por el otro, Juanjo San Martín, coordinador autonómico de Cruz Roja en Navarra. También estuvo presente la directora del área de Negocio de CaixaBank en Tierra Estella, Beatriz Elizari.
Durante la reunión se explicó un proyecto que cuenta con financiación de Caixa Bank y que aúna dos objetivos, el ecológico y el social, con la participación de personas en situación de vulnerabilidad seleccionadas desde Cruz Roja. La mayoría son parados de larga duración que, junto con los ocho voluntarios, se dedican al cultivo de la huerta para el autoconsumo. “Se trata de una campaña ambiental transversal que cuida el medio ambiente y protege la calidad de vida de las personas. En este espacio los participantes se mantienen activos en un entorno idílico y privilegiado dentro de Estella”, explicó Juanjo San Martín.
Los objetivos de la iniciativa son la práctica de la agricultura ecológica y el consumo responsable, además del fomento de la comunicación y de la interrelación entre los participantes. “Se crean redes sociales y la actividad da un respiro a la vida diaria”, añadía el coordinador de Cruz Roja en Navarra.
Desde el verano
Los primeros pasos del proyecto comenzaron en verano cuando se realizaron los trabajos de preparación y primeros cultivos en una parcela de 800 metros cuadrados de una extensión total de 3.000 m2. Los participantes colocaron un invernadero y cultivaron algunas frutas y hortalizas como sandías, melones, tomates, calabazas, cebollas y pimientos. Ahora, con la firma del convenio se retoma la actividad con los productos de la temporada, entre otros el cardo, la alcachofa y la acelga.
Cruz Roja tiene experiencia en la puesta en marchar de huertos eco-sociales. Una actividad similar se realiza en Pamplona, además de iniciativas de “balcón” en domicilios de la capital navarra. En concreto, la ONG ha llevado a cabo acciones que han implicado a un total de 288 personas con los mismos objetivos que el huerto de Capuchinos en Estella.
Los padres Capuchinos ceden la huerta de un edificio que desde el año 2015 tiene funciones de albergue. “Desde que se marcharon los frailes estamos de reestructuración”, apuntaba el responsable, Benjamín Echeverría. “Nuestras presencias siempre han estado unidas a la huerta y nuestra vocación franciscana nos lleva a volver al tema ecológico, por moda y por espíritu”, añadía.
La iniciativa se hace realidad con la participación de Caixabank que aporta el 50% del presupuesto de una iniciativa que asciende a 5.400 euros.
Un convento convertido en albergue
