Arbeiza, con una población de 185 habitantes, se encuentra en la margen derecha del río Ega y hasta ahora disponía de dos puntos de vertido. Por su parte, Zubielqui, con un censo de 104 personas, se encuentra en la margen izquierda y dispone de un único punto de vertido. El hecho de que ambos vertidos tengan lugar en el mismo cauce con solo escasos metros de distancia, a pesar de producirse en orillas contrarias, ha llevado a la solución óptima de una instalación conjunta.
La depuradora se ha ubicado en una finca rústica del municipio de Allín, en la margen derecha del Ega. Hasta ella llega un emisario con los vertidos de Arbeiza, al que se ha incorporado también el vertido procedente de Zubielqui. De esta manera se han centralizado todos los vertidos en un único colector, cuestión que simplifica su posterior mantenimiento.
El proyecto se enmarca en el objetivo de dotar de estaciones depuradoras a las localidades de menos de 200 habitantes de Navarra, aunque ya dispongan de fosas sépticas –en la actualidad hay casi medio millar en Navarra–, dado que estas instalaciones son más completas y fiables. A día de hoy el 1,5% de la población no cuenta con saneamiento completo, sobre un censo de aproximadamente 650.000 personas. Se trata de poblaciones muy dispersas, como lugares habitados montañosos, caseríos, núcleos poblacionales alejados, señoríos o casas aisladas.
El consejero de Cohesión Territorial, Bernardo Ciriza, visitó sobre el terreno el final de los trabajos, acompañado por el director gerente de NILSA, Fernando Mendoza; el alcalde de Allín, Eduardo Martinicorena; el presidente de la Mancomunidad de Montejurra, Emilio Cigudosa; el gerente de la Mancomunidad de Montejurra, Nicolás Ulibarri, así como personal técnico de NILSA. La actuación, que se ha llevado a cabo a través de un acuerdo con la Mancomunidad de Montejurra, se ha financiado con cargo al canon de saneamiento gestionado por NILSA.