Un recorrido por la sala Yolao permite observar fotografías de muy diversa temática: pelota y frontones, de ciclismo y del C.D. Izarra, de toros y encierros, de rincones de Estella, de nevadas copiosas y riadas como la de 1960, de un campeonato de Aizkolaris que ya no se organiza, de casetas en el campo y de lavaderos, de procesiones en Tierra Estella y otras tradiciones. También se puede ver fotos más antiguas que conserva Torrecilla, como la visita del rey Alfonso XIII a la ciudad en 1903.
¿Qué valor tiene esta exposición para ti?
El valor de sentirse uno de aquí, de conservar las cosas de Estella, porque si la historia no se escribe ni se conserva en imágenes, se pierde.
¿Ha cambiado mucho Estella en las últimas décadas?
Ha cambiado al compás de la globalización. Han cambiado los trabajos, las calles, los edificios, la forma de vida. En las fotos se puede ver cómo eran los coches antiguos o el solar donde ahora están los edificios del Trovador. Han cambiado también algunas de las tradiciones. En la sección de fotos de toros se puede ver el novillo para las chicas, que ya no se hace, y en cuanto al deporte, el Izarra por ejemplo, organizaban todo tipo de actividades, hasta que nacieron otros clubes como el Montañero y el Taurino, y entonces el Izarra se centró en el fútbol.
¿Has sentido nostalgia a la hora de ver y seleccionar las fotos?
De alguna manera sí porque hemos sido jóvenes y te acuerdas de la juventud, pero las cosas han cambiado para mejor. Por ejemplo, en temas de formación. En mis tiempos sólo estudiaba el hijo del abogado, ahora todos los jóvenes tienen estudios.