Según un estudio de Visión y Vida, uno de cada tres casos de fracaso escolar se asocia a un problema visual y el 50% de los niños que necesitan gafas, no las usa por desconocimiento de sus padres. Hay que concienciarse de que es muy importante hacer estas revisiones ya que, además de examinar la graduación o agudeza visual, se estudia cómo trabaja el sistema visual al completo, el enfoque o el cómo trabajan los dos ojos en conjunto, la visión en relieve, los movimientos oculares, etc. Según Raúl Azpilicueta, de Óptica Lizarra, “estos problemas puede que se corrijan con las gafas pero en ocasiones también necesitan entrenamientos visuales”. Los padres y madres así como los profesores suelen detectar problemas de aprendizaje pero no los relacionan con la visión. Si el niño se cansa cuando lee, le duele la cabeza o tiene picor de ojos, si se acerca demasiado al libro para leer, si invierte letras, se salta palabras o lee más lento que compañeros de su misma edad, puede ser que sufra algún problema visual que dificulte su aprendizaje.
Óptica Lizarra participa en el estudio organizado por Visión y Vida para revisar de forma desinteresada la visión de niños y niñas y detectar así posibles problemas visuales.