La nueva exposición del Museo Gustavo de Maeztu, que se podrá visitar hasta el 24 de septiembre, exige ser observada con atención. Los ojos del visitante han de hacer el esfuerzo para extraer las formas de los objetos, en la mayoría de los casos poco evidentes, otras veces algo más.
El juego de la obra con el espectador es intencionado. El artista evita distraer la mirada con asuntos temáticos. “Dejo la pintura lo más en silencio posible. Iconográficamente la imagen casi siempre está en retirada, más que con una presencia potente y fuerte”, explica el artista, licenciado en Bellas Artes, que pinta desde los 15 años.
La importancia de la luz
Juan Carlos Lázaro persigue que su pintura hable “sin apabullar”, y la luz es capital. “Me viene de la infancia en mi pueblo, de paredes blancas y zonas en sombra también con mucha luz. Y me sale así. Espero que mi obra establezca un diálogo, que afecte a un grupo de personas y el cometido se cierre. Yo puse cuanto pude”, asegura.
No es la primera vez que se puede ver obra de Juan Carlos Lázaro en Navarra. El artista extremeño participó con cinco lienzos en una exposición colectiva que el departamento de Cultura del Gobierno de Navarra organizó en el Baluarte, en Pamplona, en 2008. En la inauguración de la muestra en Estella, fruto de la colaboración entre el artista y el Museo, la alcaldesa de la ciudad, Marta Ruiz de Alda, se refirió a Lázaro como uno de los creadores más significativos del momento y reconoció la labor del Museo en defensa de la Cultura.
Fue Silvia Corrales, en representación de la pinacoteca municipal, quien detalló la estructura de la exposición, que sigue tres etapas destacadas del artista. El propio Lázaro también habló de los tres momentos de su muestra. En las primeras obras, pintadas entre 1995 y 2005, el objeto tiende casi a desaparecer. En un segundo periodo prácticamente se han desvanecido, momento en el que el artista reconoce que necesitó hacer un parón “y recular” para recuperar pistas sensoriales, porque el siguiente paso hubiera sido la nada, dejar de pintar. “En 2017 y hasta hoy, vuelvo a mi periodo intermedio”.
La visita a la exposición tiene carácter gratuito y se puede realizar en el horario: de martes a sábado, de 9.30 a 13.30 horas y de 16 a 18 horas, y domingos y festivos, de 11 a 14 horas.