
El Ayuntamiento defiende su pretensión legítima de conseguir la certificación de Bandera Azul, que sería la única de Navarra, pero dedicará este verano a trabajar aspectos relacionados con la seguridad urbana y la gestión de las visitas en beneficio de una gestión sostenible del entorno.
El concejal de Turismo de Guesálaz, Josean Zudaire, explicó en rueda de prensa que entienden la Bandera Azul como un galardón medioambiental que reconoce cuestiones como la calidad de las aguas, la gestión del entorno y la accesibilidad, cuestiones en las que se ha estado trabajando en los últimos años. “Pero se están dando situaciones de angustia por parte de los vecinos que creen que con la Bandera va a ser una locura y que va a haber masificación”, explicó. Por lo tanto, este verano, con la certificación paralizada, no se va a contratar socorristas ni a colocar cartelería, entre otras cuestiones.
Además, el Ayuntamiento ha tomado otras medidas, como reducir el número de plazas de aparcamiento en Lerate, pasando de 500 a 280. Este espacio se ha destinado a la plantación de árboles que contribuyan a la sujeción del terreno. También se ha subido el precio del parking hasta los 5 euros como medida disuasoria, y se reparte la llegada de visitantes con otra zona de estacionamiento en la playa de Úgar, en la orilla de enfrente, para otros 280 vehículos y con un precio más reducido.
El aparcamiento se ha reducido de 500 a 280 plazas y se ha subido el precio hasta los 5 euros
Por otro lado, el consistorio del valle ha acordado con Lerate la colocación de bolardos en las calles y de vallas en el acceso al pueblo que impidan la entrada de vehículos visitantes. “Invitamos a la gente a que venga y disfrute, pero que lo haga de forma controlada. Y no queremos hacer sufrir a nadie. Si bien, los datos que tenemos, por la venta de tickets del aparcamiento, dicen que las visitas han descendido un 42% en los últimos dos años, lo que muestra que el embalse se ha regulado”, explicó Zudaire, quien recordó, asimismo, la necesidad de reservar plaza, a través de la plataforma Red Explora Navarra, antes de llegar al aparcamiento y evitar, de esta manera, situaciones molestas.
Evolución
Una evaluación al final del verano permitirá contar con más datos y valorar las medidas restrictivas puestas en práctica. Josean Zudaire aportó en la rueda de prensa los datos de las pasadas temporadas, con 6.800 visitantes en el verano de 2013 y un pico de visitas de casi 20.000 alcanzado en 2008. En 2020, verano de pandemia, los datos fueron de 17.585 y repuntaron en 2021 a 18.432, cuando no estaba permitido salir de la Comunidad Foral. El dato de 2022 fue de 14.315 personas y el del pasado verano, de 10.680, un número significativamente inferior influido probablemente por una suelta de agua prematura del embalse.
Desde el concejo de Lerate, en cuyo término municipal se sitúa la playa objeto de la Bandera azul, muestran sus reticencias a la certificación. La presidenta, Sagrario Miranda, explica que, aunque la llegada masiva de visitantes en años anteriores ya creaba problemas en el pueblo, la colocación de la Bandera Azul puede amplificar el efecto llamada. “Desde el momento en que se decidió bajar el número de plazas de parking para este verano de 500 a 280, antes de que se anunciara la Bandera, ya sabíamos que tendríamos problemas en el pueblo. El sistema de reservas de plaza no funciona bien, tampoco los indicadores de ocupación junto al monasterio y en Lácar lo hacen correctamente. Vemos que si hay menos plazas, serán más vehículos los que aparquen en el pueblo. Y lo harán también por no pagar”, explica.
Junto a los problemas de aparcamiento en el núcleo de viviendas y en los caminos agrícolas, la basura es otra cuestión que molesta y preocupa a los vecinos. “Se puso en marcha la campaña Residuo Cero en el embalse, pero eso ha generado que la basura llegue a nuestro pueblo porque no todo el mundo se lleva su bolsa a casa. Hay que tener en cuenta que somos una localidad pequeña, que no tenemos servicios de limpieza ni agentes de la autoridad que digan dónde se puede aparcar. Por eso creemos que la Bandera va a atraer todavía a más gente a un sitio que ya presenta problemas de masificación. Lo que está claro es que la Bandera pretende atraer gente a los negocios, no hay interés en ayudar a los Concejos porque no se ha contado con nosotros”, explica.
Cerrar el pueblo
Para que la bandera azul sea una realidad, se deben cumplir ciertos requisitos antes del 1 de julio. Además de la contratación de socorristas, se debe realizar un estudio medioambiental, una salida de emergencia en caso de incendio y una ordenanza que prohíba el baño de perros. Requisitos, apunta la presidenta, que son muy difíciles de cumplir cuando el tiempo se echa encima. “La paralización nos deja más tranquilos. Tenemos un año para ver. No nos negamos a la Bandera, pero es un miedo que tenemos a la masificación porque llevamos muchos años sufriendo como concejo. ¿Por qué buscar bandera si el espacio que tienes es el que es y siempre ha estado masificado?”, explica.
Este verano la localidad de Lerate se cerrará a los visitantes. Pivotes y vallas impedirán el paso de vehículos y la presidenta confía en que se respeten. Espera que para el 1 de julio estén ya colocados gracias a la financiación que de ellos hace el Ayuntamiento del valle. “El otro día escuché una frase que me gustó mucho y es que no es lo mismo vivir del pueblo que vivir el pueblo. Los vecinos queremos vivir el pueblo, pero la solución, cortar la masificación, es difícil”.
Datos de visitas desde 2013
El Ayuntamiento de Guesálaz hizo públicos los datos de visitas al embalse en los últimos diez años, tomados del número de reservas de aparcamiento.
Año 2013. 6.800
Año 2014. 7.500
Año 2015. 11.700
Año 2016. 16.022
Año 2017. 15.000
Año 2018. 19.597
Año 2019. 17.489
Año 2020. 17.585. Verano de pandemia.
Año 2021. 18.432. Verano que no se podía salir de la Comunidad foral.
Año 2022. 14.315
Año 2023. 10.680. Este verano se soltó agua antes de lo habitual, lo que dificultó el baño.