Jorge Valencia Antón – Nuevo presidente de la Banda de Estella-Lizarra – “Somos el colectivo que sale el último en el cohete y aprovechamos para tocar algo diferente”

Jorge Valencia Antón – Nuevo presidente de la Banda de Estella-Lizarra – “Somos el colectivo que sale el último en el cohete y aprovechamos para tocar algo diferente”

El estellés de 25 años asume desde este año el máximo cargo como presidente en la junta. Con diez años de veteranía en el colectivo, toca la tuba y espera con ilusión el inicio de las fiestas

Desde este año, Jorge Valencia Cantón, de 25 años, asume la presidenta de la junta de la Banda de Música de Estella-Lizarra. Sustituye en el cargo a Verónica Sanz, quien ha representado al colectivo durante los últimos años. Valencia toma el testigo con ilusión y con mucho respeto por el trabajo realizado por su antecesora y espera el inicio de las fiestas con todas las ganas de volver a salir a la calle y hacer su aportación musical con la tuba.

Explica que estas fiestas van a ser especialmente emotivas, tras el fallecimiento del gaitero y miembro de la banda desde los inicios, Salvador Martínez, quien, además, introdujo a Jorge Valencia como gaitero y como músico de la banda. Con sensación agridulce empezarán unas fiestas cuya primera actuación, en el cohete, no deja a nadie indiferente. ¿Con qué canción saldrán del zaguán del ayuntamiento? Siempre es una sorpresa y seguro que merece la pena esperar.

¿Cuándo y cómo llegas a la banda?
Empecé a tocar el tambor de crío porque veía a los gigantes y me gustaba y, con los años, vi que me apetecía formar parte de la banda. En la Escuela de Música le pregunté a Salvador Martínez qué instrumento podría aprender y me recomendó el trombón de varas. Me dijo que trompetas había muchas y que para la tuba era muy joven. Así que durante unos años estuve matriculado en tambor, piano y trombón. Año y medio después ya tenía cierto nivel con las partituras de la banda e ingresé. De esto hace como diez años, para mí fue un proceso sencillo y durante varios años compaginé tocar el tambor con el trombón. Hace como cuatro años, tras hablar nuevamente con Salvador, aprendí con él a tocar la tuba y ahora es mi instrumento en la banda.

De músico, ahora a también presidente de la junta, ¿por qué das el paso?
Yo estoy en la junta ya desde hace cuatro años, entré como vicepresidente ayudando en lo que podía. La presidenta entonces, Verónica, ha sido una persona muy importante para nosotros por su cargo durante muchos años y por cómo ha sacado las cosas adelante. Ahora ha decidido quedarse a un lado y entre los que estábamos en la junta me tocó a mí asumir el cargo. Somos un grupo joven y decidimos quién podía ser.

¿Qué trabajo hay detrás, más allá de lo que la gente ve cuando salís a la calle?
Muchos ensayos, dedicación, organización de comidas, del local para dejar los instrumentos, la contratación de la gente que viene de fuera para reforzar. Hay mucha planificación, el contrato con el Ayuntamiento, los permisos de policía, cosas que no se ven, pero que llevan mucho tiempo. El mes previo a fiestas es cuando más trabajo hay. Entre todos vamos llegando a todo intentando que no se nos pase nada.

¿Cómo se presentan las fiestas para el colectivo?
Bien. Con ilusión, pero también sabiendo que no es lo mismo que otros años. Se echa de menos a Verónica, y a Salvador Martínez, que en lo personal es una gran pérdida. Salvador ha sido mucho para la banda, ha estado los 30 años que tiene el colectivo. El concierto de la despedida de los gigantes y el de las gaitas el lunes, aunque se haya planificado su reemplazo, no va a ser lo mismo. Van a ser unas fiestas en las que todos le vamos a echar de menos, por tantos años haciendo todo por la banda.

De un tiempo a esta parte se está hablando sobre las dificultades de la banda para su continuidad, ¿cómo estáis?
Este año veo que vamos para adelante, a mejor. Tocamos fondo hace uno o dos años en cuanto a número de gente. Este último año hemos tenido incorporaciones, un chico de la Escuela de Música y gente que ha vuelto y se ha comprometido. Hay cierta mejora, pero aun así la situación está complicada porque hace falta llamar a gente para cumplir las necesidades en fiestas.

Tenemos un montón de obligaciones y una banda de poca gente no es realista para conciertos, dianas, bajadicas, procesión, etcétera, de una forma solvente. Te cansas más y el resultado musical es peor. Este año creo que vamos en la dirección adecuada, intentando trabajar con la Escuela de Música, porque la banda está abierta para el que quiera y pueda venir a tocar. Con la Escuela hacemos actualidades y pasacalles durante el año.

En el Cohete os soléis tomar alguna licencia en el aspecto musical ¿se puede adelantar la sorpresa musical de este año?
Tradicionalmente, la banda siempre tocaba lo típico en el cohete, como pasacalles o pasodobles. Ya en los últimos años hemos decidido sorprender y con Isaac, el director, llevamos varios años innovando. Somos el último colectivo que sale del ayuntamiento, quizá es el momento en que más gente está escuchando a la banda, así que aprovechamos para hacer algo diferente. Ahora mismo no sé qué canción va a ser este año. pero seguro que no es ni un pasodoble ni una marcha, será algo moderno. En otras ocasiones hemos tocado AC/DC, Stevie Wonder, The Blues Brothers, hasta la Bilirrubina, rompiendo con lo tradicional.

¿Qué significa para ti la banda?
Significa mucho. La banda me ilusiona. Supone un esfuerzo por los ensayos durante todo el año, pero también aporta muchas ilusiones. Estamos todo el año ensayando para la Bajadica del viernes, para la procesión el domingo, los rejones, vivimos muchas situaciones emocionantes con la banda.

¿Cómo disfrutas las fiestas?
Me quito muchas cosas, de salir por la noche, de ir a comer, pero es un sacrificio que quiero hacer porque estoy a gusto y es la manera en que mejor disfruto de las fiestas. La gente que sigue la banda lo ve. Entre los músicos se genera un clima de convivencia muy bonito. Terminamos de tocar y vamos a comer y a almorzar. Compartimos todos los horarios y, por ello, es más fácil quedar con la banda que con la cuadrilla, aunque también se encuentran momentos para estar con

La llegada de la pañuelada al ayuntamiento

Cuenta Jorge Valencia que en sus primeros años como integrante de la banda le gustaba tocar, sobre todo, en la bajadica del agua, en viernes. “Las fiestas acababan de empezar y estábamos frescos, con muchas ganas”. Con el tiempo, asegura que se queda con el domingo. “Ahora me quedo con la Procesión y la pañuelada, a pesar de que ya se empieza a notar el cansancio, el desgaste tras los primeros días agotadores. La llegada al ayuntamiento con la pañuelada quizá sea el momento más emocionante, cuando los cabezudos, muy serios, como ‘seguratas’, saltan y bailan mientras toca la banda. Tengo esta imagen grabada”.

Otras noticias publicadas

Responder

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies