Por su parte, Festagiro entiende el movimiento como una manera de “matar” a las llamadas “barracas políticas” que desde hace casi 30 años se han instalado junto a la estación. Consideran que la verdadera razón es que el partido mayoritario en el consistorio, UPN, “tenga la sartén por el mango, decidiendo horarios, ubicaciones partidas presupuestarias y actividades, según les apetezca y de manera autoritaria”.
En el texto defienden que las txosnak son también un lugar para los niños y las niñas. “Todos los años organizados actividades para este tipo de público y son un auténtico éxito. Por otro lado, el año pasado ya dimos una solución proponiendo el cambio de la entrada al espacio. Lo que busca UPN es apartarnos de la vida social del pueblo, marginarnos, llevarnos a un lugar lejano. No quieren que seamos una parte más de las fiestas de nuestro propio pueblo”.
Al término del comunicado, Festagiro se niega a cambiar el espacio de las Txosnak, aunque se muestra abierto al diálogo. Por su parte, la concejala aseguró que el Ayuntamiento está abierto, asimismo, a otras propuestas viables que realice Festagiro.