En su momento, antes del inicio de la construcción del nuevo edificio, el parque infantil que daba servicio a las familias de la zona estaba equipado con dos columpios, un tobogán y un balancín. Tras su retirada, los columpios no vuelven y los vecinos ni tan siquiera saben dónde están. Durante dos años, tiempo en que el número de niños se ha incrementado en la zona, los vecinos han contactado con el Ayuntamiento en varias ocasiones, tanto en la anterior legislatura como en la actual, sin obtener una respuesta clara.
Se trata de una zona joven en crecimiento donde viven en torno a cincuenta familias con hijos pequeños
Explica uno de los vecinos, Carlos Lerga, que de la promesa de colocación de unos nuevos columpios en el lugar durante la pasada legislatura se pasó a una negativa rotunda poco después. “Lamentamos la falta de seriedad y de compromiso por parte del Ayuntamiento. No pedimos nada que no hubiera, sólo queremos que nos pongan lo que ya teníamos”, explica.
En el lugar donde antes estaba instalado el parque ahora se levanta una pirámide de cuerdas para escalar sobre un terrario, una dotación que no se ajusta a las necesidades de los más pequeños y que instaló la constructora fruto de un acuerdo con el Ayuntamiento de Estella-Lizarra. “Es insuficiente porque en el momento que los críos han subido tres veces ya se aburren. Además, no es seguro para los más pequeños”, añade Lerga.
Hace un año, en mayo de 2023, los vecinos de Navarro Villoslada presentaron en el Ayuntamiento una instancia general con 315 firmas recogidas para conseguir volver a dotar al barrio de columpios. Siguen esperando que su deseo sea escuchado.
Una asociación vecinal en ciernes
La unión vecinal creada en la zona a raíz de la reclamación de los columpios ha llevado a generar inquietud por crear una asociación en el barrio que defienda otras cuestiones de interés ante las entidades públicas.