
Ganas de dormir, vueltas en la cama, pero tantas cosas en la cabeza que es imposible conciliar el sueño: “Si cuento ovejas, igual lo consigo. Eso dice siempre la ama… Una oveja, dos ovejas, tres, cuatro… No, esto no sirve y además es muy aburrido… Pues ¿cómo me duermo?”.
Ojos como platos, no hay manera. Pasan los minutos, incluso las horas. Más vueltas en la cama, pero cada vez con mayor espacio entre una y otra… Pausa… El cansancio se va apoderando de esos cuerpecitos que, por una vez en todo el año, quieren ir pronto a la cama. Así que poco a poco, … sin saber cómo, … sus ojos se van cerrando y… Zzzzzzz…
Todo esto pasa por la mente de los y las más jóvenes, horas antes del día 25 de diciembre y 6 de enero. Pero antes, han tenido que escribir la correspondiente carta. Si no, ¿cómo van a saber qué traerles?
Tres niñas de la merindad han querido compartir las suyas y, de esta manera, asegurarse de que la información llegue a Olentzero y a los Reyes Magos de la forma más directa posible (porque está claro que los cuatro leen Calle Mayor).
LEIRE AZCONA IRIGOYEN
Hola:
Me llamo Leyre. Tengo ocho años.
Este año me he portado muy bien.
Estas Navidades quiero que sean las mejores. Quiero que las personas enfermas se recuperen, que me lo pase muy bien y también regalos sorpresa. Encima [sic], no sé qué pediros.
Para mi mamá un collar.
Para mi papá un llavero para las llaves del camión
Para mi hermana que tenga más paciencia conmigo.
Afrika Bergara Etxeberria
Querido Olentzero:
Soy Afrika y vivo en Lizarra.
Tengo 8 años. Soy muy trabajadora y juego mucho con mis amigos y mis amigas.
Tengo un corazón muy grande y ayudo mucho a mis padres.
En casa de mi abuela quiero la muñeca Nancy y ropa para vestirla, un teléfono y un yoyó.
Afrika