
La redacción del punto causó los primeros desacuerdos. El texto, leído por la concejala de Geroa Bai, Blanca Regúlez, dictaba que el Ayuntamiento acuerda comprar el edificio y los terrenos con el remanente de tesorería; que los trámites de la compra se delegan en una comisión negociadora y, como tercer punto, la creación de un grupo de trabajo con representación de todos los grupos municipales que se reunirá mensualmente para dar cuenta de los avances.
A pesar de los diferentes pareceres en cuanto a la forma de la moción, el debate permitió mostrar el posicionamiento de cada grupo. La alcaldesa, Marta Ruiz de Alda, defendió que en todo caso la moción debería instar a iniciar trámites de la compra del edificio más que instar a la compra. “No sabemos si hay opción de venta o si va a haber acuerdo en cuanto al precio. No debería de ser así de taxativo”, expresó.
La primera edil recordó también que la tasación que maneja el Ayuntamiento es de 1,8 millones de euros y un precio de venta que se sitúa en los 2,8 millones. “Una cuantía demasiado grande para traer a la mesa sin saber los proyectos”, decía en relación al uso que se le daría al edificio una vez adquirido.
María Sanz de Galdeano, portavoz del PSN, tomó la palabra para asegurar que son ya muchos años de “inversiones enquistadas”. En su opinión, aprobar la moción ofrecía la posibilidad de hablar sobre los usos de Santa Clara. “No queremos bloquear. Esta moción nos obligará a sentarnos todos juntos. Beneficia, y por ello la hemos firmado”, decía.
Mikel González-Echeverri, de Ahora-Orain, consideró que el actual es el momento de afrontar la compra del inmueble. “Hay suficiente remanente como para decidir que es el momento de comprarlo. A veces se hacen compras con visión de futuro y creo que Estella tiene déficit dotacional en salud, servicios sociales, reunión vecinal y cultural. Hacernos con la propiedad, ahora que tenemos remanente, es una oportunidad. La pena es que tenga que llegar a golpe de mociones”, destacó.
Mikel Colomo, portavoz de EH Bildu, se mostró en la línea defendiendo que lo que la moción plantea es un paso más hacia el debate y el consenso, en lo que coincidía también Blanca Regúlez, de Geroa Bai, quien aseguraba que no era necesario hablar en esos momentos sobre el contenido del edificio.
Los grupos municipales de UPN y PP, que finalmente votaron abstención, no coincidían en este aspecto. Marta Ruiz de Alda aseguró que la posición de su partido, UPN, era apostar por un nuevo centro de salud en Santa Clara, pero esta cuestión no pasaba porque fuera el Ayuntamiento la entidad pública que asumiera la compra. “Para el centro de salud, es el lugar idóneo, pero en este caso no tiene por qué facilitar el ayuntamiento el suelo, sería el departamento de Salud el que debería adquirir el inmueble porque está dentro de sus competencias”, aseguraba. E insistía en la mayor capacidad económica del departamento en comparación con la del Ayuntamiento de Estella-Lizarra. “No entendemos por qué los grupos proponentes de la moción quieren destinar dos millones y pico de euros, que se necesitan para muchas otras inversiones, a esta compra. Me surgen muchas dudas. Pienso que el edificio debe ser municipal si el uso va a ser también de competencia municipal. Por eso, nos vamos abstener”, decía.
El concejal del PP, Carlos Jiménez, coincidía en el argumento, en que la inversión la debe hacer el Gobierno de Navarra como responsable de los centros de salud, no el Ayuntamiento. Mikel Colomo (EH Bildu) consideraba que el día del Pleno estaba siendo una jornada importante en la que ningún voto iba en contra de la adquisición. “Hoy se abre un debate interesante en un momento en que la ciudad necesita servicios y atención”, dijo.