
“Éramos 800 trabajadores y ya se sabía que el amianto era cancerígeno, pero las medidas se incumplieron”, decía en rueda de prensa una de las ex trabajadoras afectadas, Isabel Vicuña. En su intervención, Vicuña desatacó las dos demandas fundamentales de ADAVAN. Por un lado, que las revisiones a las personas afectada se realicen cada seis meses. “Porque si la enfermedad aparece, y pueda aparecer en cualquier momento, con seis meses igual sí se puede hacer algo, pero más tarde ya no hay cura. Hay que tener en cuenta que hace más de 50 años que trabajábamos con el amianto”, expresó.
Plan de desamiantado
Por otro lado, el colectivo navarro solicita al Ayuntamiento y a todos los Ayuntamientos de Navarra que presionen al Gobierno de Navarra para que ponga en marcha el Plan de Desmantelamiento del Amianto, aprobado en 2019, que marca de plazo hasta el 2032 para desamiantar todos los edificios y en 2028 los de carácter público. Solicitan, asimismo, a los Ayuntamientos la creación de censos de lugares con amianto y una calendarización para retirarlo “como marca la ley”.
Por parte del Ayuntamiento, el concejal Rafa Villanueva explicó que ya se han hecho actuaciones de retirada en determinados lugares, como la estación de autobuses y en el barrio de San Pedro, en la trasera de unas viviendas de la calle La Rúa, si bien otros, como la nave de la antigua Canasa, están pendientes. Villanueva destacó que el Ayuntamiento seguirá avanzando estableciendo prioridades.
Los ex trabajadores de la empresa Agni que integran Adaman expresaron su solidaridad con la plantilla de BSH de Esquíroz tras el anuncio de la multinacional de cerrar la factoría en Navarra. Cabe recordar que Agni fue absorbida por BSH. “El anuncio del cierre dificulta nuestra labor en nuestras reclamaciones de seguridad laboral, pero hay que recordar que la empresa tiene en España otras factorías, en Santander y Zaragoza, y su responsabilidad no se extingue”, declaró Juan Castilla, miembro de ADAVAN.