
Los paraguas se sumaron a la protesta que discurrido por el paseo de la Inmaculada y, a través de la cuesta Entrañas, llegó a la plaza de Santiago y, de aquí, a la de los Fueros. Como final del acto organizado desde el Movimiento Feminista y de Mujeres de Estella-Lizarra, hubo danza en el quiosco y se leyó el manifiesto de este año, en euskera y castellano.
La campaña del 8-M este año visibilizó la lucha por la igualdad de género y recordó que sigue siendo una cuestión de justicia social aún pendiente de conseguir. A pesar de que la igualdad formal está reconocida en las leyes y normativas, la realidad demuestra que las mujeres siguen enfrentando barreras significativas en su vida diaria. La doble y triple jornada que asumen, así como la brecha salarial y la falta de representación en puestos de liderazgo, continúan como retos pendientes de superar.
Según las estadísticas, en Navarra las mujeres ganan un 20% menos que los hombres y solo representan el 36% en posiciones de liderazgo. Además, más del 80% de los empleos a tiempo parcial en 2020 estaban ocupados por mujeres y el 87% de quienes afirman que sus obligaciones familiares condicionan su jornada laboral también son mujeres.
La celebración de la manifestación en Estella-Lizarra se enmarcó como acto principal en un programa de actividades nutrido con cine fórum, teatro, un monólogo, una charla con Daylin Magariño, campeona de ajedrez, la celebración de un torneo de este deporte en memoria de Laura Jordana y el inicio de la I Edición de la Escuela de Feminismos de Tierra Estella.